• Asignatura: Religión
  • Autor: patricksoncco
  • hace 6 años

Te invito a leer los siguientes Evangelios:
MARCOS:
La presentación que Marcos hace de Jesús es como la de un hombre en acción, que sólo busca
el bien de los demás. Nos muestra a Jesús sanando a los enfermos, siendo compasivo con
quienes sufren y liberando de los demonios.
MATEO:
Nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios que hace del amor al Padre su norma de vida; es el
Mesías que nos trae la buena noticia de la salvación y nos profetiza que lo más importante es
amar a Dios y buscar el bien de todos.
LUCAS:
La buena noticia que nos da el evangelio de Lucas es que Dios es misericordia, que nos perdona y que siempre busca el
bien común y la felicidad de nosotros sus hijos.
JUAN:
Dice de Jesús lo que ningún otro evangelio dice: penetra en su interior como solo un amigo íntimo puede
hacerlo. El evangelio de Juan es llamado el “evangelio espiritual”, pues traspasa la dimensión exterior de los
acontecimientos. Su lectura ayuda a crecer en el conocimiento de Dios, a intensificar nuestra amistad con
Jesús y a continuar su misión de buscar el bien común.
Tomado de “La BIBLIA católica para jóvenes”, Ed. Misión Bíblica Juvenil, España, 2015.
Después de leer lo que dice Mateo, Marcos, Lucas y Juan responde a la siguiente pregunta:
1.- ¿Qué buenas noticias extraemos de estos evangelios para practicar el bien común?

Ahora que ya sabes que el evangelio es una buena noticia.
¿Cómo puedes ser tú la buena noticia en tu familia o con tus vecinos?
Desarrolla la siguiente evidencia de aprendizaje:
Escribe un texto en el que resaltes el mensaje de los evangelios
para buscar el bien común.


repuesta de verdad o si no no respondan
doy 40 puntos

Respuestas

Respuesta dada por: arriagalupita003
0

Respuesta:

Todos podemos contribuir a formar una familia feliz o buena, la Biblia da connsejos para hacer esto. Por ejemplo

  • Los hijos deben ser obedientes tal como dice Efecios capítulo 5 versículo 1 Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el señor aquí vemos que Jesucristo nos anima a ser obedientes, tal como él lo fue
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