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En 1964 se creó la máquina de escribir magnética, siendo la cinta magnética el primer medio de almacenaje reutilizable para información mecanografiada, permitiendo así hacer correcciones sin tener que escribir de nuevo el texto entero a máquina, como se hacía con las primeras máquinas de escribir. Este desarrollo marcó el principio del procesamiento de textos como se conoce hoy.
En los siguientes años se fue implementando un gran número de mejoras que acercaban cada vez más las máquinas de escribir a los procesadores de textos actuales. Una innovación importante fue la introducción de programas de chequeo de ortografía. Xerox, compañía líder global en la gestión de documentos introdujo el Start Information System, sistema que permitía trabajar con más de un documento a la vez por pantalla. Otro avance importante lo constituyó en esta etapa la integración de funciones de gestión e inventario combinando el procesamiento de textos con la informática y logrando así la unión del procesador de textos a la computadora. Este campo combinado se conoce como tratamiento de la información.
A mediados de los 80 se lanzaron al mercado los primeros procesadores de texto para computadoras personales, consistían en simples editores que permitían mover palabras, reacomodar textos, cortar párrafos, alinear columnas de texto, encabezados, resaltar en negritas y subrayar palabras, entre otros. No mucho tiempo después aparecieron funciones agregadas a los procesadores de texto, los correctores ortográficos, los diccionarios de sinónimos y antónimos y funciones que se facilitaban la automatización de la ejecución de tareas repetitivas.
Más adelante los programadores dotaron a sus nuevas creaciones de herramientas para la elaboración y edición de notas, tanto al pie de página como al final del fichero. Se implementaron herramientas para la ordenación de listas, la generación de índices, la producción de tablas de contenido, la aplicación de ecuaciones científicas y el sistema de línea roja, con el que es posible encontrar rápidamente errores que de otra manera llevaría mucho más tiempo localizar.
Luego se continuaron añadiendo nuevas funciones como la creación y edición de todo tipo, de gráficos, hojas de cálculo, corrección gramatical e inserción de hipertextos. En la actualidad se fusionan en un procesador de texto funciones que se realizaban en varios programas por separados, integrando incluso editores multimedia.
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