Los momentos del método socrático son: (describa cada uno brevemente)
Respuestas
Respuesta:
la Mayéutica.
Este método para acceder al conocimiento se inicia con interrogatorios en las plazas, gimnasios, calles y casas de Atenas y el objetivo de éstos es averiguar si los ciudadanos llevan una vida noble y justa –o no- y exigiéndoles además en cada caso dar las razones en que se fundan para obrar de la forma en que lo hacen.
La Mayéutica consta de tres momentos consecutivos: la refutación o ironía socrática, la mayéutica propiamente dicha y la aletheia –vocablo que significa la verdad o lo verdadero- también llamada anámnesis.
La Refutación
Es denominado el momento negativo, porque consiste en mostrar al interrogado, mediante una serie de hábiles preguntas, que las opiniones que creen verdaderas, en realidad o son falsas, o contradictorias o incapaces de sostenerse al ser examinadas por la razón. Justamente es en ese momento cuando se da la refutación: cuando se descubre el falso saber.
La refutación se trata de una actividad gnoseológica –que atañe al conocimiento-, lógica y sobre todo moral, porque su meta es la purificación (o purga) que libera al alma de las ideas equívocas. De allí que esta etapa también sea entendida como “catarsis”, como una especie de limpieza y de purificación –que en cierta medida tiene un sentido religioso-.
El objetivo que Sócrates persigue en esta primera etapa de la aplicación de su método es la eliminación de todo saber que no esté fundamentado y busca la definición de los conceptos universales: lo que determina lo que son las cosas, un saber permanente acerca de las mismas.
La Mayéutica
Este será el momento positivo. Las preguntas de Sócrates ponen en marcha la actividad del pensamiento del interrogado, de tal manera que éste emprende efectivamente la tarea de conocer, de usar la razón y esto es lo primordial.
La palabra mayéutica –del griego maieutiké- designaba, en origen, el arte de las comadronas de dar a la luz a las parturientas.
Sócrates, interrogando a sus interlocutores “da a luz” ideas que, afirma, no proceden de él, sino que residían en la mente de aquellos, pese a que ellos mismos desconocen su existencia. Es el arte de “alumbrar” a los espíritus por el cual se logra que los interlocutores descubran la verdad a partir de ellos mismos.
De aquí parte también el sentido de su frase, grabada en el frontón del templo de Delfos:
“Conócete a ti mismo”. Hay que descender hasta nuestras interioridades más profundas y extraer de ellas, mediante el diálogo con nuestro espíritu, las verdades permanentes.
La Aletheia o Anámnesis
El interrogado encuentra en sí mismo, en las profundidades de su alma, un conocimiento que poseía ya sin saberlo; el alma descubre, desvela –significado propiamente dicho de la palabra aletheia- en sí misma las verdades que desde su origen posee de manera cubierta.
Eso desemboca en la doctrina de la pre-existencia del alma, según la cual el alma ha contemplado en el más allá el saber, y que al encarnar en un cuerpo ha olvidado, pero que justamente recuerda gracias a la mayéutica, conocer y aprender se transforman así en recordar, anámnesis o reminiscencia .
Cabe aclarar que los conceptos de anámnesis y reminiscencia corresponden más directamente al pensamiento platónico que al socrático, y que son la base sobre la que el primero se abre paso hacia el segundo.
La Dialéctica
El método socrático también ha sido bautizado bajo el nombre de dialéctica, ya que es un arte de debatir mediante preguntas y respuestas, gracias a las cuales se llega a la verdad –o al menos a lo más cerca de ella-.
Sócrates nació en Atenas entre 470 y 469 a.C., y murió allí mismo en 399 a.C. Su figura es una de las más destacadas y decisivas en la historia de la filosofía.