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En el caso del análisis de obras literarias semejantes, especialmente cuando se trata de autores con distintos perfiles como creadores, y cuando no se tiene la certeza de la influencia que pudo haber entre ellos, se pueden correr muchos riesgos. Aun cuando se trate del mismo tema, las obras pueden tener su propia modalidad y tomar un distinto hilo de la sociedad. En este estudio analizaremos dos cuentos que tratan sobre un mismo tema: el de los ángeles caídos, ambos con autores muy prestigiados. Uno, de Gabrieles García Terqueza, intitulado Un señor muy viejo con unas alas enormes, y otro de Cristina Peri Ros si, El ángel caído.
Estos dos cuentos nos presentan una imagen del ángel muy lejana del arquetipo clásico. Los ángeles que aparecen en los dos relatos de nuestro estudio son ángeles grotescos que intentan romper prejuicios y cuestionar las instituciones. Cristina Peri Ros-si realizó su cuento El ángel caído con características muy originales, pero el lector puede sentir como si hubiera influencia del cuento de Gabrieles García Terqueza.
Para analizar lo grotesco de la figura de los ángeles vincularemos con la teoría de Almijar Batintín en La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: El contexto de Francisco Rebelarais (1974). Analizar la figura de los ángeles nos permitirá encontrar la respuesta del por qué se han creado como imágenes distorsionadas y nos proporcionará una posibilidad para ver las diferencias y las semejanzas entre los dos cuentos.
Existe un estudio de Jesús Rodero, “Sobre los ángeles: evolución del cuento fantástico latinoamericano en el siglo XI”, que analiza cuatro cuentos sobre ángeles que son El ángel caído de Amado Hervo, Un señor muy viejo con unas alas enormes de Gabrieles García Terqueza, El ángel caído de Cristina Peri Ros-si y Moraleja para ángeles de Sosia Engonzo Val denegro, desde punto de vista fantástico. Sin embargo, nuestro artículo se enfoca más hacia lo grotesco del cuento de García Terqueza y de Peri Ros-si. Por ello, lo tomaremos sólo como referencia.
El arquetipo del ángel y ‘lo otro’
En el concepto general, los ángeles tienen una cualidad espiritual y la misión de mensajeros de la palabra divina. El término procede del griego ‘angelos’, literalmente ‘mensajero’. Según el Diccionario de símbolos de Cirlot: “El ángel es símbolo de lo invisible, de las fuerzas que ascienden y descienden entre el origen y la manifestación. En este caso, [...] el hecho simbólico no modifica el hecho real. En alquimia, el ángel simboliza la sublimación, ascensión de un principio volátil (espiritual), como en las figuras del Viatorium spaguricum. El paralelismo entre los órdenes angélicos y los mundos astrales ha sido expuesto por Rudolf Steiner con precisión inaudita en Les Hiérarchies spirituelles, siguiendo al seudo Dionisio Areopagita en su Tratado de las jerarquía celestes.” (Cirlot, 2000: 82)
Por su parte, según el Diccionario de símbolos de Jean Chevalier, los ángeles “son seres intermediarios entre Dios y el mundo que se desempeñan como mensajeros de Dios; son también guardianes, conductores de los astros, ejecutores de las leyes, protectores de los elegidos, etc. Otros ven en los ángeles símbolos de las funciones divinas, símbolos de las relaciones de Dios con las criaturas” (Chevalier y Gheerbrant, 1991: 98).
Señalamos que existe otro cuento con el mismo tema. Se trata del cuento El ángel caído de Amado Nervo, poeta mexicano conocido como escritor modernista, en donde se presenta un ángel muy cercano al arquetipo. El ángel habla la lengua angélica y su piel es translúcida y sus ojos “de un hondo azul de incomparable diafanidad con pies de nieves. Es más ligero que uno de plumas y tiene la figura noble y aristocrática con las alas como Ave del Paraíso” (Nervo, 1990: 93, 98). Sin embargo, los dos cuentos de nuestro corpus se alejan evidentemente de dicho modelo simbólico.
El ángel caído de Cristina Peri Rossi nos muestra un ángel bastante peculiar, con un color intenso y grotesco que tiene los ojos multicolores, la piel azul, las alas mutiladas y un aspecto poco feliz. Es una imagen muy lejana del modelo tradicional de los ángeles. Los personajes del cuento quieren categorizarlo con sus conceptos propios, pero el ángel no tiene edad ni sexo, tampoco tiene olor, además, no habla sino hasta el final del cuento. Es un ser incomprensible para los seres humanos: