• Asignatura: Historia
  • Autor: jesusnazircoolmendez
  • hace 5 años

razones por las que la historia de occidente es tambien parte de nuestra historia {de la historia de mexico}

Respuestas

Respuesta dada por: princesslezli2009
6

Respuesta:

por que siertas escrituras nos ayudaron a nosotros

Respuesta dada por: tamarita232425
15

Respuesta:

Oigo que Occidente está en ruinas. Se señalan varios culpables: la dictadura del ultracapitalismo, la crisis de la democracia representativa liberal, la sombra de la neoverdad, el agobiante relativismo moral, etc. ¿Tiene sentido, entonces, seguir hablando de la “cultura occidental”?

El concepto es muy complejo y se ha enredado en debates amargos. Aquí quisiera ocuparme de una polémica que concierne a los mexicanos.

Algunos intelectuales de África y Asia consideran que el proceso de descolonización tiene que pasar por la disolución de la distinción Occidente/Oriente. Como ha señalado Edward Said en su libro Orientalismo, esa distinción ha descrito al llamado Oriente de manera equivocada. Algunos van más allá y sostienen que acabar con la distinción Occidente/Oriente supone abandonar el concepto mismo de Occidente. Según Anthony Appiah, no existe la cultura occidental y hasta que no aceptemos esto no podremos entender de manera correcta la historia mundial.

Es inútil buscar una definición precisa del concepto de Occidente. Sin embargo, se han ofrecido varias notas del concepto que sería difícil ignorar: la adopción del pensamiento griego y de la tradición judeocristiana, los ideales humanistas del Renacimiento y de la Ilustración y el desarrollo de la concepción científica del mundo.

¿Pertenece América a Occidente? ¿Quién debe responder a esa pregunta y cómo debe hacerlo? ¿Son los europeos quienes deben conceder a los americanos el título de occidentales? ¿O toca a nosotros los americanos responder a esa pregunta desde nuestra perspectiva?

Hay una manera esquemática de responder a nuestra interrogante que afirma que no sólo América forma parte de Occidente, sino que el núcleo de Occidente cambió de continente, ya no está en Europa, ahora está en América. Quienes hoy piensan así seguramente señalarían a los Estados Unidos como el paradigma de Occidente en la actualidad.

El problema es que en Estados Unidos algunos consideran que no toda América pertenece a Occidente. Samuel Huntington afirmó que en América hay dos civilizaciones: la occidental que comprende a Estados Unidos y Canadá y la que él llama “latinoamericana” que incluye a los demás países del continente. Huntington no olvida que ambas tienen mucho en común, sin embargo, las distingue por razones que no examinaré aquí. Como se recordará, Huntington sostiene que hay un choque de civilizaciones. El muro que planea construir el presidente Donald Trump a lo largo de la frontera entre su país y México señalaría la frontera entre esas dos civilizaciones, una de las cuales se considera superior a la otra y busca impedir que sus valores sea vean afectados por la inmigración descontrolada.

Reitero el valor simbólico del muro de Trump. En su libro de 1988 Discurso desde la marginación y la barbarie, Leopoldo Zea estudió la manera en la que ha entendido el concepto de barbarie en Occidente. Desde esa perspectiva, las murallas se levantan para impedir el paso de quienes pertenecen a otra civilización. Al bárbaro se le debe contener, dominar y, de ser necesario, eliminar.

Ante esa posición los mexicanos tenemos que plantear las siguientes preguntas: ¿Son los estadounidenses quienes deben conceder a los mexicanos el título de occidentales? ¿Qué significaría para nosotros los mexicanos aceptar que ellos son occidentales y que nosotros no? ¿Acaso somos los bárbaros de los occidentales de América?

Una respuesta es sumarnos a la crítica descolonizadora y rechazar el concepto mismo de Occidente. Pero hay otras opciones.

En su ensayo Notas sobre la inteligencia americana, de 1942, Alfonso Reyes consideraba que el parámetro de occidentalidad no estaba en los Estados Unidos sino en Europa. El viejo continente, decía Reyes, tenía que aceptar que los latinoamericanos no estábamos senentados junto con ellos en la misma mesa de la civilización. La ruta de Reyes sigue abierta. La pregunta sobre la occidentalidad de México no es únicamente un tema de polémica entre los mexicanos y los estadounidenses, sino parte de un diálogo entre mexicanos y europeos que comenzó, por lo menos, en el siglo XVII.

Quiero insistir en que el tema más actual sobre la pertenencia o no de México a Occidente tiene que ver con el muro de Trump. Sin embargo, pienso que no debemos olvidar que nuestra reflexión sobre este asunto se remonta a muchos siglos atrás; antes, incluso, de que existieran los Estados Unidos. Sin conocer esa historia, no sabremos cómo responder los retos del presente.

Explicación:

espero q sirva

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