Respuestas
1. Motivación.
Ayudar a los alumnos a que se impliquen tanto en las actividades como en las clases teóricas a través de ejercicios prácticos que le sean cercanos, que formen parte de su vida cotidiana, o a través de preguntas, incógnitas o datos que despierten interés por el tema teórico sobre el que se va a tratar, fomentando su participación y teniendo en cuenta sus opiniones.
2. Cooperación/ colaboración.
Fomentar el trabajo en equipo a través de ejercicios en grupo, fortaleciendo sus lazos de unión y para que aprendan a valorar la labor conjunta siendo capaces de respetar todas las opiniones y argumentar las propias.
3. Contexto.
Saber adaptarse a las diferentes situaciones privadas de cada alumno, tanto del entorno familiar, como el estado anímico y el entorno sociocultural. Teniendo en cuenta que cada uno de los alumnos vive unas condiciones diferentes y que esto repercute en su educación.
4. Protagonismo.
El alumno debe ser el protagonista de su proceso de aprendizaje, interactuando con los contenidos, experimentando y realizando sus propios esquemas de conocimientos. De esta forma, el profesor será un guía en este viaje que significa aprender.
5. Aprender trabajando.
Realizar un aprendizaje activo, basado en los ejercicios prácticos. Un aprendizaje en el que ellos puedan tocar, mirar, aprender realizando actividades que les motiven, dando más importancia a la comprensión de los conceptos que al simple hecho de memorizarlos.
6. Creativo.
Fomentar la parte creativa de los alumnos a través de ejercicios que supongan un reto para ellos, en las que tengan que utilizar su imaginación y sus recursos. Fomentar el pensamiento divergente o lateral para que sean capaces de enfrentar la resolución de problemas de una forma original y creativa.
7. Reflexivo y Crítico.
Fomentar el pensamiento crítico y reflexivo para que sean capaces de autocorregir sus errores, comprenderlos y enmendarlos, para que sean conscientes de la sociedad que les rodea y sean capaces de adquirir sus propias opiniones. Es importante que puedan autoevaluarse, ser realistas con sus conocimientos y sus formas de aprender para poder seguir desarrollándose.
8. Habilidades emocionales.
Es importante ayudarles a desarrollarse no solo intelectualmente. También hay que ayudarles a desarrollarse emocionalmente, para que sean personas totalmente capaces y completas, y puedan controlar sus emociones y no viceversa, para que puedan mostrarlas sin avergonzarse y sin avergonzar a los demás.
9. Atención a la diversidad, cada uno aprende a su manera.
Prestar especial atención a las diferencias que puedan surgir en un aula. Las posibles barreras en la comunicación que se pudiesen encontrar, las diferentes culturas y formas de aprender, los trastornos y discapacidades. Todo ello fomentando la igualdad y la tolerancia, evitando la discriminación y buscando formas para ayudar a los alumnos que así lo necesitasen.
10. Evaluación.
Se tendrá en cuenta el proceso de aprendizaje más que una prueba de un momento puntual. Contará más la comprensión de los contenidos que su mera memorización. El fracaso desmotiva por lo que los errores se presentarán como una forma de mejorar, como uno de los pasos en su camino de desarrollarse.