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La menos adecuada sería cambiar la alimentación de forma repentina ya que el momento para interrupción de la lactancia (destetar a lactante) depende de las necesidades y de los deseos, tanto de la madre como del bebé. Se considera ideal la lactancia materna exclusiva por lo menos durante seis meses y la combinación de lactancia materna junto con una introducción de alimentos sólidos hasta la edad de 12 meses y luego continuar con la lactancia tanto como la madre y el niño quieran. El destete gradual durante semanas o meses es más fácil que el destete repentino, tanto para el bebé como para la madre inicialmente las madres retrasan de 1 a 3 tomas en el día por un biberón o un potito de zumos de fruta (no se debe dar zumo de fruta cuando se está despertando a lactantes menores de 6 meses), un biberón de leche materna extraída o uno de la fórmula de inicio. Algunas tomas, especialmente las de las horas de comida, debe ser reemplazada por alimentos sólidos. Aprender a beber de una taza es un hito importante del desarrollo y esta transición puede completarse a la edad de 10 meses. Gradualmente, las madres reemplazan más y más tomas, aunque muchos lactantes continúan con 1 o 2 tomas diarias hasta la edad de 18 a 24 meses o incluso más. Cuando la madre continúa la lactancia durante más tiempo el bebé debe también recibir alimentos sólidos y beber en vaso