Respuestas
Respuesta: La movilización estudiantil de 2006, también denominada como la «Revolución pingüina»,n 1 corresponde al primer alzamiento de masiva participación y manifestaciones protagonizadas por estudiantes secundarios de Chile a favor del derecho a la educación, en respuesta a la privatización del sistema de educación chileno, impuesta por la dictadura militar de Augusto Pinochet en los años 1970 y 1980.1 Estas movilizaciones ocurrieron entre los meses de abril y junio de 2006 y fueron reactivadas entre septiembre y octubre del mismo año.
Se contabilizó que más de 400 establecimientos de educación escolar llegaron a estar paralizados.2 Las movilizaciones habían comenzado con una temprana y coordinada acción de más de 100 establecimientos (colegios) que se encontraban en movilización el día viernes 26 de mayo,3) que dio lugar al paro nacional de estudiantes convocado para el martes 30 de mayo, el cual habría contado con una adhesión de más de 600 000 escolares, convirtiéndose en la mayor protesta de estudiantes en la historia de Chile para ese entonces, superando a las producidas en 1972 durante el gobierno de Salvador Allende y su proyecto de la Escuela Nacional Unificada y durante la década de 1980 contra las políticas educacionales de la dictadura militar.
Estas movilizaciones abarcaron diversas reclamaciones planteadas por los estudiantes, entre las que destacaron la derogación de leyes educativas —como la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y el decreto 524 de 1990, que regula los Centros de Alumnos4—; el fin de la municipalización de la enseñanza; el estudio y reformulación de la Jornada Escolar Completa (JEC); la gratuidad de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), del pase escolar y de la tarifa escolar en el transporte público para la Educación Media, entre otras demandas.
El jueves 1 de junio, la presidenta Michelle Bachelet se dirigió a la nación en cadena nacional voluntaria de radio y televisión anunciando nuevas medidas para mejorar la calidad y el acceso a la educación, que satisfacían en gran medida las demandas de los estudiantes. Sin embargo, la Asamblea Nacional Estudiantil rechazó las propuestas del gobierno y convocó a un nuevo paro nacional para el lunes 5 de junio. Tras este paro, el movimiento perdió fuerza y finalmente los estudiantes anunciaron el fin de la principal ola de movilizaciones el viernes 9 de junio. Las movilizaciones serían posteriormente retomadas en los meses posteriores aunque sin el mismo éxito.
Explicación:
Luego de casi tres semanas de marchas, los avances en las demandas escolares habían sido mínimas y los hechos de violencia habían empañado el objetivo de las protestas. Sin embargo, se produjo un giro cuando alumnos del Liceo de Aplicación y del Instituto Nacional iniciaron tomas en sus respectivos establecimientos el 19 de mayo11 reivindicando, aparte de las exigencias realizadas durante las marchas, una reforma educacional para mejorar la calidad de la educación, incluyendo la derogación de la LOCE y el fin de la administración municipal de los establecimientos educacionales, existente desde 1982. Además, exigieron que la presidenta Michelle Bachelet se pronunciara al respecto durante el discurso a la Nación el 21 de mayo. Sin embargo, la Presidenta solo hizo una alusión indirecta al conflicto refiriéndose en general a las protestas que terminaron en hechos delictivos durante las semanas previas:
Quiero ciudadanos críticos, conscientes, que planteen sus ideas y sus reivindicaciones. Pero esa crítica debe hacerse con un espíritu constructivo, con propuestas sobre la mesa y, lo más importante, a cara descubierta y sin violencia. Quiero ser muy clara: lo que hemos visto en semanas recientes es inaceptable. ¡No toleraré el vandalismo, ni los destrozos, ni la intimidación a las personas! Aplicaré todo el rigor de la ley. La democracia la ganamos con la cara descubierta y debemos continuar con la cara descubierta.12
Michelle Bachelet, mensaje presidencial, 21 de mayo de 2006.
La respuesta no dejó satisfechos a los dirigentes estudiantiles, quienes decidieron continuar con las movilizaciones, aunque el día 22, el Instituto Nacional depondría la toma reemplazándola por un paro indefinido, que contó con el apoyo de profesores, apoderados y la rectoría del establecimiento.13 Siguiendo los pasos de ambos liceos, el Liceo A-13 Confederación Suiza y el Liceo Carmela Carvajal de Prat se sumaron al paro; en tanto, alumnos del Liceo José Victorino Lastarria de Providencia intentaron en dos oportunidades ocupar el establecimiento siendo repelidos por Carabineros de Chile por orden del alcalde Cristián Labbé, el cual finalmente llegó a un acuerdo con el colegio para deponer la toma (que fue reemplazada por un paro) a cambio de su compromiso de presentar las propuestas del alumnado ante el MINEDUC.14 Ante la situación, el Ministerio decidió cerrar la mesa de diálogo y el ministro Martín Zilic anunció que no negociaría con alumnos en movilizaciones.