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Eran las siete y veinte cuando acabó de dar cuerda al reloj. El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. La mujer siguió sorbiendo el café en las pausas de su respiración pedregosa. Con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata. Después de llevar la taza a la cocina, el coronel dio cuerda en la sala a un reloj de péndulo. Mientras esperaba a que hirviera la infusión, el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas. Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. Esa noche había sufrido una crisis de asma y ahora atravesaba por un estado de sopor. Pero se incorporó para recibir la taza. Cuando terminó el café, su marido abrió la ventana.
Respuestas
.El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata. Después de llevar la taza a la cocina, el coronel dio cuerda en la sala a un reloj de péndulo.Eran las siete y veinte cuando acabó de dar cuerda al reloj.Mientras esperaba a que hirviera la infusión, el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas. Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. Esa noche había sufrido una crisis de asma y ahora atravesaba por un estado de sopor. Pero se incorporó para recibir la taza. Cuando terminó el café, su marido abrió la ventana.
Explicación:
listo espero te ayude
Respuesta: El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata. Después de llevar la taza a la cocina, el coronel dio cuerda en la sala a un reloj de péndulo.Eran las siete y veinte cuando acabó de dar cuerda al reloj.Mientras esperaba a que hirviera la infusión, el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas. Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. Esa noche había sufrido una crisis de asma y ahora atravesaba por un estado de sopor. Pero se incorporó para recibir la taza. Cuando terminó el café, su marido abrió la ventana.