Respuestas
Respuesta:
(Madrid, 1807-1845). Pintor español. Inició su formación aprendiendo nociones de dibujo con Juan Antonio Ribera y asistiendo a las clases de colorido y composición que impartía José de Madrazo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Autor de obras costumbristas de pequeño formato, de retratos llenos de vida en los que supo dotar a sus modelos de expresividad y profundidad psicológica y también de numerosos dibujos y grabados. No deja de ser curioso y al mismo tiempo sintomático de la vigencia e importancia todavía de los grandes géneros en la España de la época, que a pesar de su preferencia por las mencionadas obras de temática costumbrista y de pequeño tamaño, escogiera para su presentación en la Academia de Bellas Artes de San Fernando un cuadro de historia, David venciendo a Goliat, con el que logró el nombramiento de académico de mérito el 6 de noviembre de 1842. Dejó constancia de su interés por la obra de Velázquez en algunas de sus pinturas, como por ejemplo Retrato de niño a la moda del siglo XVII y Retrato de niña a la moda del siglo XVII (ambos del Prado) en los que se acerca de modo literal a la obra del maestro. Pintor madrileño de la «veta brava», como le calificaría el profesor Enrique Lafuente Ferrari, en su obra ofrece la renovación de la más castiza tradición de dicha escuela que, atenta a la realidad cercana, se fija en los aspectos más sencillos e incluso descarnados de la misma. Su visión implica una crítica de la sociedad, que se complace en presentar aspectos conflictivos de la vida, frente a la visión amable que coetáneamente caracterizaba las obras de los pintores románticos de la escuela andaluza. Gran dibujante, dotado de una asombrosa facilidad en la ejecución, era capaz de improvisar y esbozar con pocos trazos cualquier escena que a su paso por la calle le sorprendiera o atrajera su atención. Gracias a ello, colaboró como dibujante en el Semanario Pintoresco entre 1838 y 1848, en Los españoles pintados por sí mismos y en otras publicaciones de la época. Sus óleos se caracterizan por la factura suelta a base de manchas, la maestría en el manejo de la luz y el dominio del color. En su paleta predominan los tonos pardos y apagados, herencia del Goya más sobrio, el de las Pinturas negras, al que también se aproxima en la temática elegida en muchas de sus obras: los marginados, los condenados... No en vano Aureliano de Beruete le consideraba el más importante de los pintores influidos por Goya. Ejemplo de ello son El viático y El gallego de los curritos (Prado).