¿cuales fueron los actores sociales que participaran tanto a nivel nacional como internacional ?
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"Desplazados sin rumbo fijo". "El viacrucis de los desplazados". "Sin solución drama de desplazados". Titulares como estos se han vuelto cotidianos en los periódicos colombianos, dando cuenta de un nuevo grupo social que ha generado la guerra. Pero más allá de la noticia, que por constante insensibiliza, el fenómeno del desplazamiento ocupa también informes, reuniones y discusiones de ONG, de académicos y de funcionarios, tanto en el ámbito nacional e internacional. La presencia de este fenómeno en casi todo el territorio colombiano, con diversas intensidades, llevó a ser señalado en 1998 como 'el personaje del año'. En menos de cinco años, la realidad dolorosa del desplazamiento ha ido tocando cada vez más familias especialmente campesinas, aunque no de manera exclusiva. Dentro de la dinámica de la guerra, el desplazamiento se ubica a la vez como estrategia y como resultado de aquella, efecto de la violación de derechos humanos y violación de estos en sí mismo. El desplazamiento forzado compromete el presente y futuro de un gran número de colombianos, de forma directa e indirecta y atraviesa la sociedad de múltiples maneras.
Pero, ¿cómo ha surgido y se ha consolidado esta categoría social en Colombia? ¿Qué actores y qué papel han jugado en la construcción y orientación de la categoría de 'desplazado'? ¿Qué ambigüedades y contradicciones se registran en esa categoría social y conceptual reciente? En torno a estas cuestiones gira el presente texto que tiene dos partes: en la primera me ocuparé del proceso de construcción y consolidación de la categoría de 'desplazado'; en la segunda, plantearé algunas ambigüedades y contradicciones que encierra dicha categoría social en la experiencia colombiana.
Construcción de la categoría de 'desplazado': escenarios, actores y sucesos.
"Es desplazada toda persona que se ha visto obligada a migrar dentro de su propio territorio nacional, abandonando su localidad de residencia y sus actividades económicas habituales, porque su vida, integridad física o libertad han sido vulneradas o se encuentran amenazadas, debido a la existencia de cualquiera de las siguientes situaciones causadas por el hombre: conflicto armado interno, disturbios o tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos humanos u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público". (Ley 387 de 1997).
Esa es la definición de desplazado forzado, asumida y aceptada tanto por el Estado, como por el conjunto de Organizaciones no Gubernamentales, ONG, y por quienes viven esa difícil situación. Con esas mismas características, esa realidad ha estado presente en muchos de los otros momentos de conflicto armado en Colombia, durante el siglo XX (1). En los años 80 también se dio el fenómeno, pero aún no se había reconocido como tal. ¿Qué pasó en la década del 90 para que esta categoría social haya surgido y se haya consolidado? Exploraré tres ámbitos en constante interacción: el de los cambios en la lógica de la guerra, el de las dinámicas entre las ONG, el Estado y la academia y, el de los procesos colectivos de quienes viven el desplazamiento forzado.
Cambios en la lógica de la guerra y paso de desplazamientos selectivos a desplazamientos colectivos.
Hacia mediados de la década del 90 se empezó a hacer evidente una modificación en el tipo de desplazamiento forzado por parte de los actores armados. Pasó de ser solamente una estrategia selectiva destinada a líderes de izquierda o de movimientos populares (2), señalados como peligrosos dentro de la lógica de la doctrina de Seguridad Nacional, a potenciarse como una estrategia de control territorial que busca imponer el poder sobre poblaciones enteras. Los desplazamientos colectivos no reemplazaron a los selectivos, sino que los complementaron, haciendo visible y público el fenómeno, el cual dejó de mantener el carácter de inaparente, desapercibido y subterráneo, que se señalaba a comienzos de la década del 90 (3). El arribo de numerosos grupos de familias campesinas, organizados y no organizados, que llegaban a las cabeceras municipales a ocupar los parques, plazas, escuelas y demás espacios públicos disponibles, produjo el efecto de "noticia" desde los medios de comunicación. Por esta vía, se hicieron también las demandas de atención al Estado local y nacional y a las ONG de asistencia humanitaria.