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Explicación:
Empecé el Teatro cuando estaba en la escuela secundaria, es muy curioso tratar de dar una explicación, es como el por qué te gusta un helado de chocolate, es difícil expresar los gustos de una persona, son simplemente atracciones que se fijan y es además mucho más difícil de explicar en mi caso, ya que en ese tiempo era un poco tímido.
Hoy en día al trabajar con niños, jóvenes, incluso adultos que tienen problemas de timidez, aplico lo mismo que me ayudó a seguir mi sueño, mediante la proyección escénica. Verla como la herramienta del teatro que me ayuda a ser algo más, a crear una doble personalidad, a convertirme cada vez que subo al escenario en el personaje que vivo en la obra.
Empecé actuando, lo cual me gusta, pero hoy en día me gusta mucho más la dirección, considero que simplemente hice un salto a la dirección de obras, ya que siento que me comunico de mejor manera. Y bueno, lastimosamente ya no me llaman por no contar con el tiempo.
Son muchas, todo aquel que trabaja en el teatro sabe que es el lugar donde se generan más anécdotas que cualquier otra profesión o por lo menos ocurre continuamente, por la interacción de tantas personas y situaciones. Algunas tan sencillas otras no tanto, algunas de preocupación, y como siempre aquellas que nos hacen reír muchísimo. Una muy querida es la de una chica que no entra a actuar y al buscarla la encontramos justo afuera, en la puerta del escenario sentada, esperando su turno, pero dormida. Otra como la que durante una obra en el escenario hay una abertura en el piso y resulta que todos los tacones quedan atrapados allí, hasta que se queda una actriz sin poder salir; son situaciones muy jocosas.
Todos los que trabajamos en las artes escénicas compartimos estas vivencias, ya que el teatro es un espectáculo vivo, hablando de un patrimonio intangible. Es una de las artes efímeras, porque la experiencia del teatro solo ocurre una vez en el espacio y el tiempo, cada experiencia es irrepetible, todo lo que ocurre, anécdotas, imprevisto, bueno o malo, forma parte de ese espectáculo en ese momento, uno tiene que aprender a vivir con esa parte del show.
Siento que es el que tenga en el momento, pero si tengo que definir como uno de cabecera y que me guste mucho es “Pájaros de Fuego” de Anaïs Nim. Pero más que literatura leo mucho texto académico, obviamente de teatro y muchas obras al año, direcciones, montajes, biografías de personajes que han logrado cosas interesantes en la vida. Con esto me mantengo actualizado en la parte académica y técnica.
Fue una obra en Madrid, España, de una compañía canadiense, la cual se llamaba Trilogía de los Dragones, la cual tenía una duración de 6 horas y no te puedo explicar, fue una experiencia tan maravillosa, me dolían las manos de aplaudir. Sentí que fue una propuesta interesante e innovadora, tanto así, que al regresar puse en práctica algunas de las técnicas de esta obra, técnicas utilizadas en ella por el director Robert Lepage, el cual ha dirigido varias obras del Circo del Sol, un personaje con una genialidad y una mente maravillosa. Fue una obra que me causa.
En Panamá el teatro como forma artística a diferencia de otras artes escénicas es el único espectáculo que se mantiene 365 días al año sin el apoyo o ayuda del Estado y es importante que los panameños lo sepan, que a diferencia de otros países en el teatro sí es subvencionado por el estado a manera de inversión cultural, se crea una cadena de beneficios para el país.
El teatro es complicado y al serlo es más costoso, pero a pesar de esto siempre hay un grupo de personas maravillosas con un sentido de responsabilidad social, que son los directores y productores. A pesar de ser poco rentable, en ocasiones, siguen adelante haciendo teatro, por amor al teatro. El hecho de que Panamá ofrezca teatro todo el año es ya un punto a favor de las artes escénicas y la cultura en nuestro país; Y a pesar de que es una lucha titánica es sumamente positivo.
Si sumamos las tres artes escénicas, teatro, música y danza , tenemos en Panamá una oferta cultural interesante, y que si fuese apoyado por el Gobierno Nacional, ofrecería al país además de turístico, alegre y divertido, como un pueblo que se interesa por la cultura.
Es importante que el el estado y el mundo empresarial en general vean en la cultura una forma de invertir en mejores ciudadanos y que a través de esta podamos tener un pueblo más consciente de sus responsabilidades y actos.
Soy un mal negociante, para mí las cosas tienen un valor y así es, las negociaciones para mí son algo incómodas, en estos casos es más fácil para mí trabajar con un presupuesto establecido, a partir del cual puedo adaptarme y decidir si se puede o no. Afortunadamente la empresa teatral en la que estoy metido ha resultado exitosa, tantos en los proyectos teatrales, como en el caso del Teatro la Quadra, que por cuatro años se ha sostenido y cubierto sus gastos.