• Asignatura: Religión
  • Autor: meryrobles21
  • hace 6 años

Cuento: El Científico y la Rosa (de Mamerto Menapace)
Se trataba de un cientifico serio. No de un guitarrero. Le habían pedido que estudiara los
problemas de un rosal que estaba pasando por dificultades en su período de floración.
Tomó las cosas muy en serio. Primero estudió la tierra. Descubrió que estaba cerca de
una pared cuyos cimientos llegaban hasta sus raíces. Los escombros de la construcción
habían sido tirados precisamente en el lugar donde luego se plantó el rosal. Se trataba de
una tierra con historia y con condicionantes en parte negativos. Además, toda la lluvia que
caia sobre aquella parte del tejado, se descargaba en el alero que daba justo sobre la
planta. Carecía de sol por la mañana; en cambio de tarde lo tenía en demasía por el reflejo
de la pared encalada que le devolvía duplicado el calor. Había muchos porqués en la
historia previa de su tierra, y en la geografía que le tocaba compartir. Pero también los
había en su propio ser de rosal y en la historia de su crecimiento. Porque la variedad no
era la más adaptada a este clima. Fue plantada fuera de época y de pequeña había
soportado una terrible helada, que por poco termina con su existencia.
¡Cuántos traumas y condicionantes! Realmente leer el informe era como para
desesperarse. ¿Qué se podía hacer? Aparentemente se trataba de circunstancias
irreversibles, o muy poco variables ya. Pero la suma de los porqués del pasado de la rosa
no daban ninguna explicación sobre el para qué de su existencia allí, en ese lugar y en
esas condiciones. Fueron nuevamente al científico para pedirle un consejo. Más que ello,
quisieron saber para que la planta estaba justamente allí y no en otro lugar. Para qué se le
pedia al pobre rosal que viviera esa geografía e historia con tantos condicionantes
negativos. Y el hombre, que era un científico en serio, no un guitarrero, les respondió: "Eso
no me lo pregunten a mi. Pregúntenselo al jardinero"
Y era cierto. La respuesta estaba integrada en un plan mucho más amplio que el de la
simple historia comprobable de la planta. El jardinero tenía un proyecto en totalidad que
abarcaba todo el jardín. En su sabiduría conocía muy bien lo que con su ciencia
descubriría el cientifico. Y sin embargo, quiso que la rosa viviera, y que su existencia
embelleciera dolorosamente aquel rincón del jardín, comprometiéndose a vigilar sus ciclos
y a defender su vida amenazada. El jardinero estaba comprometido tanto con la rosa como
con toda la vida y belleza del jardin. Esto dependía de un plan nacido en la sabiduria de su
corazón, y que por tanto o podría nunca ser investigado por el científico, que reducía su
búsqueda a la mera existencia de la planta individualmente considerada en su geografia
concreta
Al médico podrás preguntarle sobre los por qué de tu dolor. Al psicólogo sobre la raíz de
tus traumas. Al historiador y al sociólogo el pasado que te condiciona. Pero el para qué
fuiste llamado a la vida aquí y ahora, eso tenéis que preguntárselo a Dios, al Jardinero.
Por eso, para descubrir cuál es la vocación a la que hemos sido llamados, tenemos que
buscar la respuesta en Aquel que nos puso en esta vida como parte de un Plan, de Aquel
que nos pensó con un sentido, con un para que, con una misión que cumplir.
LEER EL CUENTO Y RECONSTRUIRLO:
1- ¿Qué nos relata el cuento?

2- ¿Cuáles son los elementos principales del cuento?

3. Nos sentimos identificados con la historia? ¿de qué manera?​

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