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¿Cuál es la importancia de las convicciones personales?
Las convicciones personales son importantes porque determinan el camino que cada uno de nosotros tomará a lo largo de nuestras vidas. La falta de convicciones personales conduce a una vida indecisa y falta de disciplina. Las convicciones personales sabias ayudan a impulsar el propósito de un individuo.
Como creyentes en Cristo, nuestras convicciones personales deben alinearse con lo que la Biblia enseña (Salmo 119: 105). No deben estar egoístamente motivados, sino motivados por el deseo de vivir vidas que sean agradables para Dios. Tener convicciones piadosas es sabio y seguirlas nos conducirá a la madurez espiritual (Efesios 4: 13-15). Cuando espiritualmente somos maduros, somos capaces de resistir las distracciones que vienen de cosas tales como la presión de grupo o la enseñanza falsa.
Estas son algunas de las principales formas en que nos beneficiamos de tener convicciones personales:
1. Las convicciones personales nos dan un marco que nos ayuda a tomar decisiones. No estamos solos. La Biblia en realidad nos instruye a pedirle sabiduría a Dios para que no seamos indecisos, sino que seamos estables en todos nuestros sentidos (Santiago 1: 5–8).
2. Las convicciones personales nos ayudan a mantenernos firmes en Cristo el fundamento si se basan en Su Palabra. Meditar en la Biblia mantiene nuestros cimientos espirituales seguros (Salmo 1: 1–3).
3. Las convicciones personales nos ayudan a ejercer sabiduría y protegernos del peligro. Proverbios 4: 6 dice: "No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá; ámala, y ella te cuidará.”
4. Las convicciones personales nos ayudan a desarrollar la madurez espiritual que necesitamos para establecer un ejemplo piadoso para los demás. Incluso los jóvenes pueden ser ejemplos piadosos: "Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza." (1 Timoteo 4:12).
Las convicciones personales son importantes para ayudarnos a establecer un marco que nos ayude a vivir nuestras vidas de una manera que sea coherente con quiénes somos, qué creemos, quién aspiramos ser y dónde aspiramos a estar. La Biblia ofrece la guía confiable que necesitamos para establecer las convicciones personales que gobiernan nuestras vidas. Inevitablemente, la Biblia no aborda explícitamente cada situación que enfrentaremos en nuestras vidas, pero sí nos enseña los principios que podemos usar para guiarnos en el desarrollo de nuestras convicciones personales (2 Timoteo 3: 16–17). La Biblia nos ayuda a aprender acerca de cómo Dios ve las cosas para que podamos alinearnos con Él (Hebreos 5:14; Filipenses 1: 9–11; Romanos 12: 1–2).
A medida que crecemos y nos encontramos con otros creyentes que tienen convicciones personales diferentes a las nuestras, es importante dejar que el amor de Dios gobierne, no todos los temas son blanco y negro. Los creyentes tienen instrucciones de no reñir por temas abiertos a debate, sino de mantener sus propias convicciones personales mientras permiten que otros hagan lo mismo (Romanos 14: 1–6). Finalmente, cada uno de nosotros rendirá cuentas a Dios, y Él es quien nos juzgará ese día (Romanos 14:12). Pablo alienta a los creyentes: "Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano." (Romanos 14:13).
En un mundo que cambia constantemente, las convicciones personales ayudan a mantenernos firmes al recordarnos lo que creemos y lo que es realmente importante para nosotros. Las convicciones personales que se basan en la Biblia nos permiten resistir la tentación y madurar espiritualmente. A medida que somos probados y no cedemos a las presiones del mundo que nos rodea, nuestra fe se hace pura.