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Respuesta:
A principios de la década de los 90, la fiebre Simpson se encontraba en su apogeo en España. La atípica familia de piel amarillenta creada por Matt Groening nos visitaba desde la pantalla del televisor, y Antena 3 todavía no había tenido ocasión de repetir los capítulos hasta la extenuación.
Así pues, en este contexto se entiende la creciente popularización del merchandising de la serie, que comenzaba a desplegar sus tentáculos. «Los Simpson» estaban hasta en la sopa y, a pesar de que el público objetivo de la serie eran teóricamente los adultos, lo cierto es que Bart Simpson era a partes iguales un ídolo juvenil y un polémico ejemplo de mala conducta para los padres.
En este contexto es en el que se enmarca la publicación de un libro que se convertiría en obra de referencia para muchos: «Guía para la Vida» de Bart Simpson.
Corría el año 1993. La fama de «Los Simpson» estaba en plena fase expansiva y cada capítulo nuevo era mejor aún que el anterior. Todavía quedaba muy lejos el momento en que la serie empezaría a degenerar y perdería el norte unos cuantos años después. Y aunque habrá quien defienda que a día de hoy la serie nos sigue ofreciendo grandes episodios (siempre hay honrosas excepciones) lo cierto es que los capítulos de Los Simpson emitidos en los 90, y en concreto los de las ocho primeras temporadas, son para un servidor los mejores de la serie.
Volviendo al libro en cuestión, inicialmente no era más que otro producto destinado a explotar el éxito de la serie junto a los cromos, muñecos y todo tipo de merchandising ya existente. Sin embargo, su éxito de ventas año tras año, desde su primera edición en 1993, lo ha convertido en un icono de referencia al hablar de los productos relacionados con la serie.
Es evidente que, a pesar de su título, el libro no posee respuestas fidedignas para los problemas existenciales de un niño o preadolescente, pero sí que contiene curiosidades interesantes y más de un consejo útil. El manual pasaba de mano en mano en los colegios, y no faltaba quien esperaba encontrar en el mismo las enseñanzas necesarias para afrontar su propia vida escolar… siempre que uno fuera un aspirante a Bart Simpson, claro está.
Explicación:
ponem corona