Respuestas
Y cuando terminé La travesía del Viajero del Alba, estaba convencido de que sería el último. » La cronología de los hechos es El sobrino del mago, que narra la creación de Narnia, El león, la bruja y el armario, El caballo y el muchacho, El príncipe Caspian, La travesía del Viajero del Alba, La silla de plata y La última batalla. La palabra Narnia aludiría a una antigua ciudad italiana situada en las cercanías de Roma, bautizada Narni al ser conquistada por los romanos en 299 a. Los episodios de Las crónicas de Narnia transcurren en ese universo de fantasía creado por Aslan, que en idioma turco significa «león».
En Narnia hay seres humanos, animales parlantes y criaturas mitológicas. « Lewis ha hecho de Narnia un mundo plano, más allá de cuyo borde exterior está el Oriente Absoluto, donde mora el Emperador-Más-Aslá-del-Mar, quien ha enviado a Aslan. Debajo de Narnia hay una tierra subterránea, pero más abajo aún está la Verdadera Tierra de las Profundidades»3. «No hay nada más grande que la fe», afirma el parlanchín ratón Reepicheep en La travesía del Viajero del Alba.
El sentido cristiano de Las crónicas de Narnia generó numerosas polémicas, que quedaron dirimidas cuando se conoció una carta de Lewis, fechada en 1961, donde el autor refiere que «la historia de Narnia y el mítico león Aslan aluden a Cristo». «Pues las crónicas son mi respuesta. Como Narnia es un mundo de bestias que hablan, pensé en encarnarlo como una bestia que habla. Le di forma de león porque se supone que el león es el rey de las bestias, y Cristo es el León de Judá mencionado en la Biblia».
Respuesta:
Las crónicas de Narnia
Las siete novelas que integran Las crónicas de Narnia ilustran un cristianismo tan transparente como el que se puede observar en la obra de Chesterton. En 1939 comenzó a escribir El león, la bruja y el armario, pero la concluyó recién en 1949 y la editó al año siguiente. Las seis restantes reconocen este orden de publicación: El príncipe Caspian (1951), La travesía del Viajero del Alba (1952), La silla de plata (1953), El caballo y el muchacho (1954), El sobrino del mago (1955) y La última batalla (1956).
Sin embargo, en la actualidad los editores tienden a ordenar los libros según la cronología de los hechos narrados, que difiere del orden de su publicación. El propio Lewis sugirió la modificación, en respuesta a una sugerencia que le formuló un joven lector norteamericano. “Cuando escribí El león, la bruja y el armario –comentó Lewis en sus memorias–, pensé que ya no escribiría más. Luego llegó El príncipe Caspian como una secuela, y seguí sin creer que habría más libros. Y cuando terminé La travesía del Viajero del Alba, estaba convencido de que sería el último. Pero me di cuenta de que estaba equivocado. Tal vez no importe demasiado en qué orden sean leídos. De hecho, no estoy del todo seguro que los otros libros fueran escritos en el mismo orden en que fueron publicados”. La cronología de los hechos es El sobrino del mago, que narra la creación de Narnia, El león, la bruja y el armario, El caballo y el muchacho, El príncipe Caspian, La travesía del Viajero del Alba, La silla de plata y La última batalla. La palabra Narnia aludiría a una antigua ciudad italiana situada en las cercanías de Roma, bautizada Narni al ser conquistada por los romanos en 299 a.C. Los episodios de Las crónicas de Narnia transcurren en ese universo de fantasía creado por Aslan, que en idioma turco significa “león”. En Narnia hay seres humanos, animales parlantes y criaturas mitológicas.
“En lugar de las estirpes de Tolkien –afirma Pablo Capanna–, en Narnia se mezclan seres de diversas mitologías: gigantes, enanos y unicornios, pero también dríades, náyades, centauros, sátiros y faunos, castores, tejones y caballos parlantes. (…) Lewis ha hecho de Narnia un mundo plano, más allá de cuyo borde exterior está el Oriente Absoluto, donde mora el Emperador-Más-Aslá-del-Mar, quien ha enviado a Aslan. Debajo de Narnia hay una tierra subterránea, pero más abajo aún está la Verdadera Tierra de las Profundidades”3. Los seres humanos acceden a Narnia mediante diversos métodos: el armario ubicado en una de las habitaciones de la casa del profesor Kirke (alter ego de Lewis), los anillos mágicos del tío Andrew, la cueva en la isla, el cuadro en la casa de Eustace, que se “desborda”, el cuerno mágico de la reina Susana o un accidente en una estación de trenes. “No hay nada más grande que la fe”, afirma el parlanchín ratón Reepicheep en La travesía del Viajero del Alba. El sentido cristiano de Las crónicas de Narnia generó numerosas polémicas, que quedaron dirimidas cuando se conoció una carta de Lewis, fechada en 1961, donde el autor refiere que “la historia de Narnia y el mítico león Aslan aluden a Cristo”. En esa carta, divulgada por Hooper, el autor dice: “Supongamos que existiese un mundo como Narnia y supongamos que Cristo quisiese ir a ese mundo y salvarlo (como lo hizo por nosotros). ¿Qué pasaría entonces? Pues las crónicas son mi respuesta. Como Narnia es un mundo de bestias que hablan, pensé en encarnarlo como una bestia que habla. Le di forma de león porque se supone que el león es el rey de las bestias, y Cristo es el León de Judá mencionado en la Biblia”. Los guionistas de las tres versiones ya conocidas se abocaron este año a la adaptación de La silla de plata y El caballo y el muchacho, bajo la conducción de Douglas Gresham como productor ejecutivo.
Explicación:dame corona:D