Respuestas
Respuesta:
-discriminación contra la mujer :
Mujeres y niñas son las principales víctimas de la discriminación en las zonas más pobres del mundo. En África, por ejemplo, son ellas las que deben caminar durante horas en busca de agua, lo que a menudo supone privarlas del derecho a la educación. Aún hoy, muchas son sometidas a la fuerza a la mutilación genital femenina, una violación de los derechos humanos pero también una obligación social para aquellas que no quieren ser discriminadas por su comunidad y condenadas al desprecio de los hombres de su aldea.
-discriminación por el aspecto físico :
En Tanzania los albinos viven no solo el rechazo y la discriminación, sino también el miedo a ser atacados por el color de su piel. ¿Por qué? Simplemente porque durante años traficantes y curanderos han alimentado mitos sobre los poderes mágicos de sus huesos y han puesto precio a su cabeza.
Suena ridículo, ¿verdad? A nuestros ojos ese tipo de creencias son cosa de personas sin formación. ¿Cómo va a definir a alguien el color de la piel, de los ojos o del cabello de forma tan determinante? Esa misma idea, no obstante, es la que alimenta distintos tipos de discriminación en nuestra sociedad. Las diferencias en el color de la piel van unidas a toda una serie de prejuicios sobre chinos, rumanos, negros… Ideas preconcebidas (y muchas veces negativas) sobre sus costumbres, su cultura o sus creencias religiosas determinan nuestra percepción.
-Discriminación por la identidad sexual :
Por desgracia, a pesar de los avances en este sentido, aún hoy las burlas se extienden también hacia temas como la identidad sexual, o hacia familias homoparentales o monoparentales. Pero también en esto la educación puede marcar la diferencia. Da ejemplo en tu trato con los demás y explica a tus hijos que existen niños y niñas con una mamá o dos papás, y que eso no los hace peores ni diferentes, que su hogar merece el mismo respeto que el vuestro. Libros para niños como ‘Familias’ o ‘Tengo una mamá y punto’ pueden ayudarte.
Y recuerda, existen muchos tipos de discriminación. También en nuestro día a día, aunque no siempre los vemos o queremos verlos. ¿Quieres acabar con ellos? Empieza por abrir bien los ojos y plantarles cara.