COMO SE VALORA LA RESPONSABILIDAD ANTE UNA SITUACIÓN DE RIESGO. pls ni muy largas ni muy cortas porfavor
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Respuesta:
La gestión de riesgos ha sido la palabra clave de las últimas décadas en la industria financiera. Los agentes del mercado financiero afirmaban que la nueva gestión de riesgos era capaz de manejarlos hasta tal punto que no volvería a producirse ninguna crisis financiera. Sin embargo, dicha gestión de riesgos no ha cumplido sus promesas. Se han transferido pérdidas y riesgos enormes de los mercados financieros al contribuyente en los inmensos rescates bancarios de los últimos años (Koslowski 2011).
Una razón para la crisis de la gestión de riesgos es la opacidad en torno al valor de la asunción y la elusión de los riesgos. Ambos tienen valor pero no al mismo tiempo y no bajo las mismas circunstancias. Cuando alguien ha desarrollado una innovación tecnológica y asume los riesgos financieros y personales de introducirla en el mercado, elogiamos esa acción. Lamentaríamos que dicha innovación no hubiese sido introducida por reticencias ante los posibles riesgos. La buena disposición para asumir riesgos se considera deseable dentro del contexto de la innovación.
Si una persona tiene familia e hijos y evita asumir grandes riesgos, resulta deseable para su familia y para la sociedad. Del mismo modo, si una persona en esta situación asume grandes riesgos invirtiendo su dinero en acciones en el mercado bursátil, no se vería como algo deseable. En determinadas circunstancias, la prudencia y el deseo de evitar riesgos se consideran convenientes y como una conducta adecuada.
De esta sencilla observación se desprende que la asunción y la elusión de riesgos no son los únicos factores de peso para guiar las acciones en los mercados financieros. La asunción y la elusión de riesgos son actitudes que las mismas personas pueden adoptar en diferentes fases de sus vidas. Una persona soltera podrá mostrar una actitud distinta ante el riesgo que si estuviese casada. Un joven podrá tomar una actitud diferente a la de un anciano.
Una razón para la crisis de la gestión de riesgos es la opacidad en torno al valor de la asunción y la elusión de los riesgos.
Asumir un riesgo normalmente implica una apuesta: que la alternativa arriesgada es mejor opción que la alternativa menos arriesgada. La primera suele aportar mayores beneficios a cambio de un riesgo más elevado. Apostar por la alternativa menos arriesgada conlleva un riesgo menor, así como un menor beneficio.
Durante el periodo que culminó en la crisis financiera, la apuesta financiera se incrementó hasta un nivel desconocido hasta la fecha. El incremento de dicha apuesta resultaba evidente en todos los mercados financieros. Era patente en el mercado de capitales, en el que la especulación sobre las ganancias de capital derivadas de las acciones se incrementó drásticamente. Resultaba igual de notorio en el mercado de crédito, en el que la política del dinero fácil catapultó los volúmenes de préstamos a cotas sorprendentes. Mientras tanto, la laxitud de los requisitos para los avales de los préstamos derivó en una mayor tolerancia de la incertidumbre especulativa respecto a los deudores, y las garantías crediticias de mala calidad fueron compradas a los bancos por inversores especulativos en forma de productos estructurados. Por último, se hizo evidente en el mercado de los derivados, en el que se produjo algo parecido a una explosión de las apuestas sobre futuros y opciones
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espero que te sirva