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Respuesta:
Supongamos que tu objetivo es perder 10 kilos. Intentas realizar una dieta. Requiere algo de fuerza de voluntad y te sientes bien la primera semana. Sin embargo, para las siguientes semanas, has caído de nuevo en los viejos hábitos y ganado peso de nuevo. Intentas de nuevo con diferentes dietas pero el resultado sigue siendo el mismo.
No puedes sostener la inercia ni crear el momentum necesario para alcanzar tu meta.
Sin embargo, esto es de esperarse, debido a que la fuerza de voluntad es temporal. Es para carreras de velocidad, no para maratones. La fuerza de voluntad requiere conscientemente que te enfoques. Y mantener el enfoque conscientemente es algo complejo, eventualmente surgirán factores distractores.
Aplicando correctamente la fuerza de voluntad, ocurre algo como lo siguiente: Aceptas que solo puedes aplicar la fuerza de voluntad por un tiempo. Quizás algunos días en el mejor de los casos. Luego de eso, simplemente se ha ido.
Entonces para poder aprovecharla al máximo, la usas para alterar el territorio a tu al rededor de manera que puedas mantener el movimiento con inercia, no con energía.
Así que te sientas y estableces un plan. Esto no requiere mucha energía en realidad, y puedes luego simplemente ceñirte a dicho plan.
Identificas los diferentes objetivos que necesitas conseguir si deseas una oportunidad de éxito. Primero, toda la comida basura debe salir de tu cocina, incluyendo todo aquello que te pueda llevar a comer de más, y que efectivamente necesites reemplazar con comidas que te ayuden a perder peso, como frutas y vegetales.
Por otro lado, sabes que tendrás la tentación de consumir comida rápida si tienes hambre y no has preparado nada aún, así que decides precocinar el equivalente a una semana de comida de antemano. De esta manera siempre tienes algo casi listo en el refrigerador. Separas algunas horas cada fin de semana para comprar tus comestibles y prepararlos para la semana.
Adicionalmente consigues un libro decente de recetas. Aprendes a través de Internet la manera de medir tu grasa corporal y tu peso correctamente a través de tus medidas corporales, y estableces días de control. Dibujas un gráfico en tu cuarto o en tu baño y lo revisas una vez al día.
Luego ejecutas el plan –fuerte y rápido. Puede que implementes el plan por completo en un solo día, con lo mencionado anteriormente.
Al final del día, habrás usado toda tu fuerza de voluntad, no en la dieta directamente, sino en establecer las condiciones que harán que tu dieta sea mucho más fácil de seguir. Cuando te levantas a la mañana siguiente, encuentras tu entorno dramáticamente diferente y en concordancia con tu plan. Tu nevera estará llena de cosas saludables y que podrás comer en cualquier momento (como frutas). No habrá problema de comida basura.
Una vez más, no uses la fuerza de voluntad para atacar tu problema directamente. Úsala para atacar los problemas sociales y del entorno, que podrían perpetuar el problema. Establece un punto de partida poderoso y luego fortalece tu posición (por ejemplo con el reto de los 30 días). Los hábitos colocan la acción en piloto automático, de manera que se requiera poca fuerza de voluntad para seguir avanzando. Te permite prácticamente lograr cualquier meta.
Explicación:
La aplicación de la fuerza de voluntad incluye los siguientes pasos:
Escoge tu objetivo
Crea un plan de ataque
Ejecuta el plan
Respuesta:
. Es como cuando se te antoja un helado pero estas dieta nesesitas fuerza de voluntad para poder resistir el antojo
.Quieres mucho a tu novi@ pero es tixic@ así qe tomas la decisión de dejarl@
.vas a una fiesta y hay alcohol pero no lo puedes tomar por qe estas tomando medicamento se nesesitas fuerza de voluntad
Explicación:
son ejemplos espero te ayuden☺