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Respuesta:
El agua es el recurso al que más usos le damos diariamente en nuestro hogar. La empleamos para cocinar, bañarnos, regar las plantas, beber y, por supuesto, limpiar.
Para explicar el poder limpiador y disolvente del agua hay que tener en cuenta la estructura de su molécula. Sabemos que el agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. El oxígeno al ser un átomo más grande, atrae a los electrones que tienen los átomos de hidrógeno por lo que queda con una carga negativa y los hidrógenos al perder su electrón quedan con una carga positiva. Por eso se dice que la molécula del agua es polar, porque tiene un polo positivo y otro negativo.
Al igual que en los imanes, polos opuestos se atraen y polos iguales se repelen.
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