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achacútec Inca Yupanqui, el Revolvedor del Universo y creador de la grandeza del Tahuantinsuyo, llevó a cabo la conquista de la Costa Central en la década de 1,460 a 1,470 de nuestra era, a poco de iniciado el Horizonte Tardío.
Producida la consolidación del estado cuzqueño por la destrucción de los Chancas y la derrota de los Soras y Lucanas, Pachacútec dispuso la conquista de la costa central y meridional, y con tal fin organizó un fuerte ejército que puso bajo el mando de su hermano Cápac Yupanqui y de su hijo y heredero Túpac Yupanqui. Las fuerzas cusqueñas bajaron a Nazca desde Soras y penetraron en los territorios del Reino de Chincha, con cuyo soberano, el Chincha Cápac, llegaron a un acuerdo pacífico mediante el cual se sometió a la autoridad del Inca y sus dominios fueron incorporados al Tahuantinsuyo.
Cápac Yupanqui continua su marcha hacia el norte hasta alcanzar los límites del Reino de Chuquimanco, donde encontró una fuerte resistencia que lo obligó a permanecer más de tres años en el sitio. Durante ellos, con la finalidad de afirmarse en el territorio y proveer de facilidades a los ejércitos imperiales, los Inca construyeron en la región numerosas obras, entre las que se destacan la ciudadela de Incahuasi, en la quebrada de Lunahuaná, el palacio de Herbay y una fortaleza asentada en lo alto del cerro Camacho, en Cerro Azul. Después de una larga y cruenta lucha la fortaleza de Hungara, donde Caciarucana el Señor de Runahuanac se había hecho fuerte, fue tomada a sangre y fuego y sus sobrevivientes ahorcados de lo alto de los muros de la fortaleza de Cerro Azul, la que desde entonces tomó el nombre de Guarco o Huarco, que en quechua significa colgadero.
Posteriormente los Incas continuaron su avance victorioso por los valles de Chancay, Huaura y Pativilca, el antiguo Huamanmayo, y finalmente llegaron hasta el río Fortaleza, donde dieron por finalizada la campaña y se afincaron en la región, ampliando y robusteciendo la vieja fortificación de Paramonga. Así, alrededor de 1470 se había consumado la conquista Inca de la costa sur y gran parte de la costa central, quedando los Señoríos de Colli y de Ichma incorporados al Tahuantinsuyo.
La influencia cultural de los Incas, en la Comarca de Lima, no fue tan trascendente como en otras regiones del Tahuantinsuyo, debido al corto tiempo que transcurrió entre la época en que efectuaron la conquista de la costa central y la destrucción del Imperio por los españoles en 1532. Entre uno y otro hecho solo mediaron alrededor de 63 años, a los que debería descontarse el tiempo que duró la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, que fue de mas de ocho años. Durante ese lapso la organización del Imperio se relajó seriamente, debilitándose las medidas de incanización y, por supuesto, la construcción de edificios y obras de infraestructura. También debió influir en ese estado de cosas el hecho que la mayor parte de los reinos y señoríos costeños no habían sido incorporados al Imperio por la fuerza de las armas, sino por consentimiento de ellos mismos y a través de la concertación de tratados.
Los costeños resultaban así una especie de aliados, a quienes no se les imponía el duro yugo que regía para los pueblos que se habían resistido a la dominación Inca y se les trataba diferentemente. Tan fue así, que cuando los españoles capturaron a Atahualpa en Cajamarca, el Inca estaba acompañado por el Chincha Cápac, quien, luciendo condición de aliado más que de súbdito, era llevado en litera, privilegio que estaba reservado para la nobleza incaica y para quienes gozaban del especial favor del monarca.
Al territorio se denominó Tawantinsuyo o Tahuantinsuyo y al período de su dominio se le conoce, además, como incanato. Floreció en la región de los Andes peruanos entre los siglos xv y xvi, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica. Abarcó cerca de tres millones de kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico al oeste y la selva amazónica en el este, desde el Río Ancasmayo (Colombia) al norte hasta el río Maule (Chile) al sur y Tucumán (Argentina) al sureste
A mediados del siglo XV los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las multietnias, lideradas por Pachakuti Inca Yupanki (antes llamado kusi Yupanki) frente a la confederación chanca en Yawarpampa 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec, con quien el Imperio incaico inició una etapa de continua expansión, que prosiguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.
Luego de este periodo de apogeo el imperio entró en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Entre los incas la viruela acabó con el monarca Huayna Capac, provocó la guerra civil previa a la aparición hispana y causó un desastre demográfico en el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa vencería en 1532. Sin embargo su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturaron al inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin embargo, varios incas rebeldes, conocidos como los «Incas de Vilcabamba», se rebelaron contra los españoles hasta 1572, cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.
Los incas consideraban a su rey, el Sapa Inca, como el "hijo del sol". Muchas formas locales de adoración persistieron en el imperio, la mayoría de ellas relacionadas con las sagradas Huacas locales, pero los líderes incas alentaron el culto al sol de Inti - su dios del sol - e impusieron su soberanía por encima de otros cultos como el de Pachamama.
La economía inca ha sido descrita de manera contradictoria por los eruditos: como "feudal, esclavo, socialista. El imperio Inca funcionó en gran parte sin dinero y sin mercados. En cambio, el intercambio de bienes y servicios se basó en la reciprocidad entre individuos, grupos y gobernantes incas. 'Impuestos' consistía en una obligación laboral de una persona para el Imperio. Los gobernantes incas (que teóricamente poseían todos los medios de producción) correspondieron al otorgar acceso a la tierra y los bienes y proporcionar alimentos y bebidas en las celebraciones de sus súbditos.
El Imperio incaico abarcó los actuales territorios correspondientes al extremo suroccidental de Colombia en la frontera, pasando por el oeste de Ecuador, Perú, el oeste de Bolivia, la mitad norte de Chile y el norte, noroeste y oeste de Argentina.
El imperio estuvo subdividido en cuatro suyos:
El Chinchaysuyo (Chinchay Suyu) al norte, valles costeños
El Collasuyo (Qolla Suyu) al sur, altiplanicie
El Antisuyo (Anti Suyu) al este, región selvática
El Contisuyo (Konti Suyu) al oeste, región accidentada
La capital del imperio fue Qosqo (hoy Cuzco, ciudad histórica) en el actual Perú
espero y te ayude