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Importancia del maíz
Si deseamos que la agricultura aportemás al crecimiento económico del país, es hora de examinar este sector con mucha atención, y la producción nacional de maíz es buen punto de partida.
Por año, los salvadoreños consumimos en promedio 80.51 Kg de maíz por persona en el área urbana y 127 Kg por persona en la zona rural. El 95% del maíz producido en El Salvador es utilizado para consumo humano, el restante 5% es destinado a la industria. Dentro y fuera del ámbito rural, el maíz garantiza empleo; segúnRivera(2014), El Salvadortuvo ingresos de $399 millonesen el 2014gracias al maíz.
El Salvador posee 365,680 productores de maíz. En el a¬ño 2014, 420.690 manzanas sembradas produjeron poco más de 19 millones de quintales de este grano básico.A nivel Centro Americano, el país posee el rendimiento de maízmásaltopor manzana con un promedio de 50.52 quintales (promedio los últimos 10 ciclos agrícolas) gracias a su uso casi exclusivo de híbridos.
El rendimiento y volumen de producción no sería posible de no ser por el esfuerzo delMAGy el detécnicos y científicos del CENTA. Los ‘paquetes agrícolas’ han significado un beneficio económico dual; la semilla se produce localmente y el maíz cosechado se vende en el mercado local. Por tanto,los paquetes agrícolas han sido unaherramienta de estímulo a la producción nacionalque a su vez dinamiza la economía.
Sin embargo, los paquetes agrícolas no dejan de ser un‘subsidio’, algo que distorsiona la competencia y le envía señales falsas al mercado. Los subsidios deben concederse solo en casos extraordinarios y durante un tiempo limitado con el fin de dar tiempo para que los productores puedan ajustarse a un cambio estructural. El Cambio climático y escasez de recursos no renovablesson un cambio estructural permanente para el agro salvadoreño. De algúnmodo u otro tendremos que conciliar el crecimiento económico dadas las limitantes ecológicas que son cada vez más severas.
Ha sido una idiosincrasia de nuestro pueblo el esperar a estar en el problema para empezar a buscar la solución.Por eso, contemplando el futuro, los paquetes agrícolas han sido de gran beneficio, pero han creado una industria artificial con un exceso número de productores de escasos ingresos debido al bajo precio del maíz. El subsidio no es sostenible en el tiempo y el cambio climático está acelerando su desfase. Si deseamos que la agricultura vuelva a retomar su rol de gran contribuyente al crecimiento económico nacional, y que el maíz sea un cultivo base cuyos productores tengan un redito mayor por su producto, es hora de revisar minuciosamente este subsidio.
En ningún momento sugiero que se elimine, pero al igual que el subsidio del gas licuado, contemplar el focalizar los paquetes agrícolas para los que más lo necesitan no es descabellado. Entonces ¿sugiero que los demás productores se queden sin alguna alternativa? Para nada, lo que sugiero es que las autoridades permitan a los productores agrícolas el acceso a tecnología que les ayude a resolver sus problemas. Es hora de contemplar seriamente la biotecnología.
Cuando en el país se ha puesto de moda la ‘seguridad alimentaria’, el mundo ya habla de ‘seguridad nutricional’.
Si queremos garantizar cualquiera(ambas sería lo ideal), no se debe perder tiempo para diseñar un plan de sistemática adopción e implementación tecnológica que se adecue al pequeño, mediano y gran productor agropecuario nacional. Esto con el fin de garantizar alta productividad por manzana y volumen de producción de maíz de calidad.
Reestructurar la industria del maíz parece complejo pero factores como el cambio climático, el bajo ingresoeconómico de productores y la soberanía alimentaria hacen al menos el debate de este tema imprescindible.El contemplar tecnologías nuevas para ayudar a resolver problemas es necesario; la biotecnología no es una solución mágica pero si puede ser una herramienta poderosa para resolver muchos problemas que afectan al agro salvadoreño.