ideas de un cuento donde se escuchan los sonidos que se producen dentro de la casa ya sea del entorno o del ambiente cuento corto ayuda por favor que lleve sonidos ideas
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LA CASA DE NANA Y CAROLINA
Todos salieron de casa con sus bolsas vacías y sus disfraces de monstruos, momias y brujas y una caja llena de huevos para aquellos que se atreviesen a no darles chuches.
Kurt, Mario, Yago, Guille, Nana y Carolina eran amigos desde los tres años y este era el primer año que les dejaban salir a pedir caramelos sin ir acompañados por sus padres. Después de todo, con 10 años, ya eran responsables para caminar por las calles del pueblo.
Allí todos se conocían, así que no había peligro alguno. Por supuesto, tenían totalmente prohibido acercarse a la casa que quedaba al final de la calle.
Era una casa que había sido abandonada hacía muchos años. Por lo visto, allí vivió una de las mejores familias del pueblo, Los Connors, que decidieron marcharse repentinamente.
Alguien dijo que se habían ido porque en la casa habitaban fantasmas. El rumor corrió como la pólvora por los hogares del pueblo y nunca más se abrieron las puertas de la lujosa casa del final de la calle.
Se intentó vender la casa de Los Connors en muchas ocasiones, pero fue imposible pues todos sabían que la casa estaba embrujada.
Los seis amigos fueron casa por casa pidiendo dulces, sin prestar atención a lo que sus padres les habían dicho una y otra vez.
Guille, el más temerario de los seis, decidió subirse a la valla que rodeaba la casa y comenzó a caminar para mostrar lo valiente que era.
– Bájate de ahí y vámonos ya. ¿Es que no recuerdas lo que dicen de esta casa? ¡Está embrujada…! – dijo Carolina muy asustada.
– Tonterías – replico Guille.
De repente, escucharon un ruido que cada vez se oía más cercano. Venía de un montón de gatos que se dirigían a la mansión. Los gatos se metieron en un túnel que estaba totalmente oculto bajo las raíces de un gran árbol, que había junto a la valla de la casa.
Kurt, Yago, Mario y Guille decidieron seguir a los gatos para ver hasta donde los llevaba el túnel.
Nana y Carolina no querían entrar, pero tenían tanto miedo de quedarse allí solas, que decidieron seguir a sus amigos, aunque en el fondo sabían que lo que debían hacer era marcharse a casa.Caminaron sigilosos para no asustar a los preciosos gatos que parecían saber perfectamente hacia donde tenían que dirigirse. El túnel tenía varios caminos y los niños decidieron dejar pequeñas pistas para saber por donde debían regresar.
Una luz parecía indicar el final del camino. Los gatos salieron por una especie de puerta que podía verse al final del túnel.Cuando consiguieron llegar a lo que se parecía a una puerta, los chicos se asomaron. No podían creer lo que estaban viendo
Sin darse cuenta, se acabaron las casas y se encontraron frente a la valla de la casa abandonada al final de la calle
continuara .....