Respuestas
Respuesta dada por:
0
Concepto, significado o alcance
La adolescencia es una etapa en la vida de los seres humanos que se lleva a cabo aproximadamente en el segundo octavo (partiendo de una vida de 80 años) de la existencia. Es la etapa que sigue a la niñez, y comienza con la pubertad, aproximadamente a la edad de los 10 años, y dura aproximadamente hasta los 19 años.
ETIMOLOGIA DE LA PALABRA ADOLESCENCIA
la etimología de la palabra "adolescencia"
Es muy frecuente encontrarse hoy , sobre todo en ámbitos educativos, con una concepción acerca del significado de las palabras "adolescencia" y "adolescente" relacionada con una supuesta etimología que los mismos diccionarios se encargan de señalar con cierta ambiguedad y hasta con inexactitudes.
Se hace derivar estos términos del verbo castellano "adolecer" que a su vez vendría del verbo latino adolescere que según los diccionarios significa: "...padecer alguna dolencia habitual; caer enfermo; fig. Tener o estar sujeto a vicios, pasiones o afectos, o tener malas cualidades, causar enfermedad o dolencia".
Sin explicar porqué, estas definiciones aparecen en los diccionarios confusamente entre el significado anteriormente señalado y el de "crecer".
Es exacto que exista en latín el verbo "doleo", emparentado probablemente con el griego "deleo" = herir, dañar y cuyo significado sería el de "doler, sentir dolor" y el incoativo "dolesco" = afligirse, apesadumbrarse. Pero de ninguna manera este verbo forma un compuesto con la partícula "ad" para significar "adolecer, sufrir" y menos para derivar en "adolescencia"
Este fenómeno de manipulación lingüística se denomina "sustracción etimológica".
La deriva etimológica se ha dado históricamente a través del verbo castellano "adolecer" que ha venido a significar, carecer, faltar algo y que se lo hace derivar de dolesco = afligir, dolerse, caer enfermo.
Entre los romanos la adolescentia no era una edad donde se "adolecía de algo" o se sufriera.
En latín la palabra adolescentia, proviene del verbo adolesco, que no deriva de ad y doleo, sino de ad y oleo y su incoativo olesco. Este verbo expresa la idea de "el crepitar de los fuegos sagrados; los que llevan y transmiten el fuego; el crecer, desarrollarse, desenvolverse la razón, el ardor"
Además de esta temática etimológica es importante notar la implicación ideológica y pedagógica que esta sustracción tiene.
Se desliza de un plus como es el significado que le daban los romanos ("el que porta el fuego de la vida nueva") hacia un minus ("el que adolece, el que carece, el que le falta, tiene defectos o sufre")
Esta deriva no es casual en sociedades donde se apunta a generar minusvalías (la mujer, las minorías raciales, étnicas, la marginación adolescente, etc.)
Pedagógicamente hablando se generan dos concepciones antagónicas de la educación: una centrada en la supuesta "carencia del adolescente", con el consecuente despliegue de estrategias tendientes a "llenar, cubrir, suplantar, etc.", este vacío y otra centrada en el concepto (apoyado en la etimología) de "potencial, de crecimiento, de desarrollo hacia, de capacidad para ser desarrollada, etc." de la cual derivaría toda una estrategia pedagógica que pone énfasis en que el adolescente "alcance logros adultos" y no en "esperar que se le pase la enfermedad de la adolescencia para entrar al mundo del adulto".
Françoise Dolto lo ha expresado así: "La adolescencia es además un movimiento pleno de fuerza, de promesas de vida, de expansión. Esta fuerza es muy importante, es la energía de la mencionada transformación. Como los brotes que salen de la tierra, uno tiene necesidad de "salir". Tal vez por eso la palabra salir es tan importante.
Salir es abandonar el viejo cascarón que se ha tornado un poco asfixiante, es a la vez tener una relación amorosa.
Es la palabra clave que traduce bien el gran movimiento que nos sacude" ("Palabras para adolescentes") Este también es el sentido profundo que las culturas coya, quechua y aymará le dan al joven cuando recién nace: se entierra la placenta y se guarda el cordón umbilical en el fogón de la vivienda para pedirle a la Pacha y a los Achachilas, los antepasados que esta sangre nueva portadora de la sangre vieja permanezca manteniendo este fuego, esta cultura viva.
La adolescencia es una etapa en la vida de los seres humanos que se lleva a cabo aproximadamente en el segundo octavo (partiendo de una vida de 80 años) de la existencia. Es la etapa que sigue a la niñez, y comienza con la pubertad, aproximadamente a la edad de los 10 años, y dura aproximadamente hasta los 19 años.
ETIMOLOGIA DE LA PALABRA ADOLESCENCIA
la etimología de la palabra "adolescencia"
Es muy frecuente encontrarse hoy , sobre todo en ámbitos educativos, con una concepción acerca del significado de las palabras "adolescencia" y "adolescente" relacionada con una supuesta etimología que los mismos diccionarios se encargan de señalar con cierta ambiguedad y hasta con inexactitudes.
Se hace derivar estos términos del verbo castellano "adolecer" que a su vez vendría del verbo latino adolescere que según los diccionarios significa: "...padecer alguna dolencia habitual; caer enfermo; fig. Tener o estar sujeto a vicios, pasiones o afectos, o tener malas cualidades, causar enfermedad o dolencia".
Sin explicar porqué, estas definiciones aparecen en los diccionarios confusamente entre el significado anteriormente señalado y el de "crecer".
Es exacto que exista en latín el verbo "doleo", emparentado probablemente con el griego "deleo" = herir, dañar y cuyo significado sería el de "doler, sentir dolor" y el incoativo "dolesco" = afligirse, apesadumbrarse. Pero de ninguna manera este verbo forma un compuesto con la partícula "ad" para significar "adolecer, sufrir" y menos para derivar en "adolescencia"
Este fenómeno de manipulación lingüística se denomina "sustracción etimológica".
La deriva etimológica se ha dado históricamente a través del verbo castellano "adolecer" que ha venido a significar, carecer, faltar algo y que se lo hace derivar de dolesco = afligir, dolerse, caer enfermo.
Entre los romanos la adolescentia no era una edad donde se "adolecía de algo" o se sufriera.
En latín la palabra adolescentia, proviene del verbo adolesco, que no deriva de ad y doleo, sino de ad y oleo y su incoativo olesco. Este verbo expresa la idea de "el crepitar de los fuegos sagrados; los que llevan y transmiten el fuego; el crecer, desarrollarse, desenvolverse la razón, el ardor"
Además de esta temática etimológica es importante notar la implicación ideológica y pedagógica que esta sustracción tiene.
Se desliza de un plus como es el significado que le daban los romanos ("el que porta el fuego de la vida nueva") hacia un minus ("el que adolece, el que carece, el que le falta, tiene defectos o sufre")
Esta deriva no es casual en sociedades donde se apunta a generar minusvalías (la mujer, las minorías raciales, étnicas, la marginación adolescente, etc.)
Pedagógicamente hablando se generan dos concepciones antagónicas de la educación: una centrada en la supuesta "carencia del adolescente", con el consecuente despliegue de estrategias tendientes a "llenar, cubrir, suplantar, etc.", este vacío y otra centrada en el concepto (apoyado en la etimología) de "potencial, de crecimiento, de desarrollo hacia, de capacidad para ser desarrollada, etc." de la cual derivaría toda una estrategia pedagógica que pone énfasis en que el adolescente "alcance logros adultos" y no en "esperar que se le pase la enfermedad de la adolescencia para entrar al mundo del adulto".
Françoise Dolto lo ha expresado así: "La adolescencia es además un movimiento pleno de fuerza, de promesas de vida, de expansión. Esta fuerza es muy importante, es la energía de la mencionada transformación. Como los brotes que salen de la tierra, uno tiene necesidad de "salir". Tal vez por eso la palabra salir es tan importante.
Salir es abandonar el viejo cascarón que se ha tornado un poco asfixiante, es a la vez tener una relación amorosa.
Es la palabra clave que traduce bien el gran movimiento que nos sacude" ("Palabras para adolescentes") Este también es el sentido profundo que las culturas coya, quechua y aymará le dan al joven cuando recién nace: se entierra la placenta y se guarda el cordón umbilical en el fogón de la vivienda para pedirle a la Pacha y a los Achachilas, los antepasados que esta sangre nueva portadora de la sangre vieja permanezca manteniendo este fuego, esta cultura viva.
Preguntas similares
hace 7 años
hace 9 años
hace 9 años