• Asignatura: Castellano
  • Autor: danielmuazo
  • hace 6 años

Si alguien me hace un cuento de halloween de una 5 lineas le doy 100 puntos, tendria que tener el contexto de un niño de 2º de la eso, gracias

Respuestas

Respuesta dada por: leticiasandoval64591
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Respuesta:

había una vez un niño que siempre cuando se iba a dormir veía una luz pero no investigaba va porque le daba miedo un día se armó de valor y fue investigar eso y de repente sintió que algo lo jaló y entonces se fue y no pudo llegar a su casa y apareció en un mundo donde sus ancestros vivían entonces ahí buscó a su abuelita para que le ayudara a volver al mundo de los humanos y no la encontró y luego empezó a sentirse muy mal y despertó y se dio cuenta que sólo había sido un sueño y entonces su abuelita un día la vio como un fantasma y se espantó y le platicó a sus papás pero no le creyeron entonces el niño decidió investigar y yo que él estaba muerto y su abuelita y se quedó con su abuelita en el mundo de los muertos

Respuesta dada por: saldanamau19
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Respuesta:

Una noche en la taberna donde Jack solía ir a beber y a jugar a las cartas hasta altas horas de la noche, éste se encontraba totalmente ebrio y, con la valentía que da el alcohol, gritaba desafiante a todo aquel que quisiera escucharlo:

–No hay nadie más listo que yo, ni capaz de superarme en inteligencia y astucia. Ninguno de los presentes hacía caso de las fanfarronadas de Jack, molesto y furioso, Jack no iba a permitir que le ignorasen, así que volvió a gritar lleno de soberbia:

–Reto al mismo Diablo a que me demuestre si es más inteligente que yo.

La actividad de toda la taberna se paralizó, no se oían risas, ni bromas, en realidad no se oía nada, los aldeanos apenas se permitían respirar. Jack había retado abiertamente al Diablo. Todos los presentes miraban a Jack con terror, poco a poco, el bullicio empezó a crecer aunque el ambiente era lúgubre, sin alegría. Sólo había susurros ahogados y miradas furtivas.

Jack se enfureció aún más, de un salto se puso de pie tirando la silla que había estado usando y, con un puñetazo furioso, apartó la mesa de su camino desparramando todo por el suelo, y, mirando con desprecio a sus vecinos, salió del local. Frente a la taberna, Jack vio a un siniestro caballero vestido completamente de negro y con un sombrero de ala ancha que cubría su rostro, pero los ojos del desconocido relucían con un brillo maligno en la oscuridad y le miraban fijamente.

El miedo se apoderó de Jack, aquel tipo era aterrador, pero él no se dejaba amilanar fácilmente y, con ademán bravucón, se dirigió al extraño y se encaró con él. –¿Qué es lo que quieres? – le preguntó con altivez.

El desconocido no le contestó, pero el brillo de sus ojos era más intenso y frio.

Jack se encogió de hombros, y con un gesto despectivo, se dió media vuelta y se dirigió a su casa. Al principio, Jack iba tan confiado y ufano como siempre pero la sensación de estar siendo seguido por alguien se iba acentuando con cada paso que daba. Empezó a mirar inquieto hacia atrás, pero no conseguía ver nada aunque la sensación era ya abrumadora, de vez en cuando creía ver la sombra del enmascarado acercándose cada vez más.

Jack aceleró el paso, tenía la impresión de oír los pasos de su perseguidor cada vez más cercanos, y el terror se iba apoderando de él, nunca el camino hasta su hogar le había parecido tan largo. Corrió. Cuando por fin llegó a casa Jack estaba completamente aterrorizado, rápidamente echó el cerrojo de la puerta y corrió a comprobar, una a una, todas las ventanas. Cada vez que comprobaba una ventana podía ver al desconocido parado frente a la casa, esperando. Esperándole.

Después Jack esperó a ver que pasaba. La tensión y el miedo iban creciendo en él, pero no pasó nada. Cada pocos minutos se asomaba por la ventana, y cada vez el desconocido seguía allí, parado, esperando. Jack estaba desesperado, y, recogiendo el valor que le quedaba, se atrevió a salir y a volverse a enfrentar al desconocido.

–¿Quién eres y qué quieres de mi? – le espetó Jack asustado. El extraño le miraba fijamente, con aquellos ojos espeluznantes, y Jack creyó ver como la boca de aquel individuo se había torcido en una cruel sonrisa. –Soy el Diablo, y estoy aquí puesto que me has retado, a mis oidos han llegado que te consideras más listo que yo. – Su voz sonaba siniestra y profunda.

Aunque muerto de miedo, Jack sonrió al extraño y lo cogió del brazo invitándole a volver juntos a la taberna a tomar sus últimas copas. El Diablo aceptó. Durante horas ambos estuvieron hablando, bebiendo y jugando animadamente, en una extraña competición de ingenios, la velada transcurría como una fiesta entre dos amigos. Durante todo este tiempo Jack no paraba de pensar en como salir de ésta aunque no encontraba la forma.

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