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Respuesta:
Después de que se iniciara el movimiento armado en Maracaibo el día 7 de junio, Caracas fue tomada esa misma noche y durante el siguiente día.
El 8 de julio de 1835, algunos líderes del movimiento lograron arrestar al Presidente Vargas, para después ser desterrado a la Isla de Santo Tomás.
Manifestación del Movimiento
El día 9 de julio de 1835, cuando se tomó Caracas, el General Pedro Briceño Mendez presento un Manifiesto, donde condenaba las leyes y Constitución y donde establecía que se deberían de promulgar nuevas reformas y leyes.
Santiago Mariño fue nombrado Jefe Superior del Nuevo Gobierno y no tomó mucho tiempo para que el movimiento armado se expandiera por toda Venezuela.
Este ha sido uno de los movimientos armados con más oposición en Venezuela y es sin duda una etapa importante de este país, que no se puede olvidar fácilmente.
Muchas personas perdieron la vida durante la Revolución de las Reformas y este movimiento cambio la historia de este país. Aunque los militares que luchaban en contra del gobierno del Presidente Vargas tenían un buen plan, su estrategia no fue la adecuada.
La Revolución de las Reformas no logro mantener el control de ciudades importantes de Venezuela, especialmente el control sobre la ciudad de Caracas, que es la capital de este país y era el punto clave para establecer su nuevo gobierno.
Contraataque
El 15 de julio de 1835, el General José Antonio Páez comenzó a marchar hacia Caracas, para combatir a los reformistas y tratar de restituir al desterrado Presidente Vargas.
El 28 de julio de ese mismo año, el General Páez logro entrar a Caracas y tomar la ciudad, ya que los reformistas la habían abandonado.
Sin pensarlo mucho, el General Páez mando a un grupo de soldados a la Isla de Santo Tomaá y mandó traer al Presidente Vargas. Este último volvió a su puesto el día 20 de agosto de 1835.
Una de las frases celebres del Presidente Vargas durante La Revolución de las Reformas fue la contestación que le hizo a Pedro Carujo, cuando este le dijo al Presidente “el mundo es de los valientes“, a lo que el Presidente contesto, “No el mundo es del hombre justo; es el hombre de bien y no del valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la Tierra y seguro sobre su conciencia.”