Respuestas
Respuesta:
El brote de sarampión de Disneyland, en California, a principios de 2015, donde se vieron afectadas más de 100 personas en 14 estados de EE. UU.1
El fallecimiento de un niño en Olot por difteria, en junio de 20152
El médico italiano que fue expulsado de su colegio profesional por oponerse a las vacunas3
Las incorrectas manifestaciones del periodista Javier Cárdenas vinculando el autismo y las vacunas4
Las dudas sobre la seguridad de las vacunas que el presidente Trump ha planteado en EE. UU.5
La reaparición de enfermedades que se consideraban eliminadas (sarampión o difteria)6,7
El éxito de las vacunas y la práctica eliminación de las enfermedades infecciosas, que en otras épocas asolaron a la población infantil, determinan que los padres tengan una percepción de riesgo muy bajo si no vacunan a sus hijos (por la protección que dispensa la protección de grupo o rebaño) y teman por los riesgos asociados a la vacunación (pese a que los mismos, tales como el autismo, se ha demostrado que carecen de base científica)8. Sin embargo, cuando sube la percepción del riesgo de la enfermedad, las tasas de vacunación se disparan, tal y como ocurrió en Cataluña, donde las tasas de vacunación de difteria, tras el contagio y posterior fallecimiento del niño, se elevaron un 23 %9.
Esta controversia social tiene su proyección legal, fundamentalmente en términos de voluntariedad versus obligatoriedad, con la necesidad de proteger derechos fundamentales tales como el derecho a la salud, a la integridad física o la libertad personal, la renuncia a la vacunación, posibles responsabilidades derivadas de la vacunación; estas y otras cuestiones son objeto de análisis en el presente capítulo.
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