¿Cuál es la condición que pone Jesús para que se haga realidad todo lo que pidamos a dios? es una pregunta de religión xd ayuda urgente
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Respuesta
A simple vista se constata en primer lugar que los tres términos aparecen sobre todo en los escritos de Pablo o relacionados con él: 114 veces, incluyendo Lc, Hch y Hb. En segundo lugar, que estos términos son poco frecuentes en los escritos del corpus juánico: 12 veces, incluyendo Ap. Eso parece indicar que, dada la importancia de la realidad indicada por ellos, Jn da otro nombre a lo que Pablo llama "salvación".
Los evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles
En los sinópticos el verbo salvarse indica con frecuencia escapar de un peligro inminente, recuperar la salud o ser liberado de un demonio. Esto se logra por una orden de Jesús, por el contacto físico con él y siempre por la confianza en su palabra (Mt 8:25-26, 9:21-22, 14:30 y paralelos en Mc, Lc 8:36.50). Otras veces lo que se trata de salvar es el "alma", es decir, la vida que se pierde por la muerte natural (Mt 16:25 y paralelos, Mc 3:4 y Lc 6:9, Mc 5:23). "Sálvate a ti mismo", gritan los que insultan a Jesús crucificado (Mt 27:40-49).
Algunos versículos apuntan ya a una salvación que es liberación de algo no bien especificado, pero siempre dañino. Esta salvación va acompañada del logro de algo mejor y más duradero que la salud del cuerpo. El Ángel del Señor anuncia a José la identidad del niño que va a dar a luz María, diciéndole: "le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1:21). Las palabras de Jesús sobre la dificultad que un rico tendrá para entrar en el Reino de los cielos, hacen exclamar a los discípulos: "¿Quién, pues, puede salvarse?" Y Jesús les responde mirándolos fijamente: "para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible" (Mt 19:25-26 y paralelos). Jesús alude también a una salvación peculiar cuando promete a sus discípulos expuestos a la persecución: "Seréis odiados por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin ese se salvará" (Mt 10:22). El final canónico de Mc pone como condición para salvarse el creer y ser bautizado (Mc 16:16).
Lc es el único sinóptico que ocupa el sustantivo salvación: tres veces en el cántico de Zacarías (Lc 1:69-77) y una en boca de Jesús, dirigiéndose a Zaqueo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" (19:9).
El verbo salvar, y una vez el sustantivo salvación, conservan todavía su relación con la enfermedad y el peligro en algunos pasajes del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 4:9-12, 14:9, 16:30-31, 27:20.31.34), pero incluso en estos casos se dibuja en el horizonte una salvación distinta. Así aparece claramente en dos relatos. Pedro y Juan han sanado con su palabra a un tullido que pedía limosna en una puerta del templo de Jerusalén. Pedro explica así el milagro al pueblo: "por la fe en su nombre -el de Jesús resucitado por Dios- este mismo nombre ha restablecido a este que vosotros veis y conocéis; es, pues, la fe dada por él, la que lo ha restablecido totalmente ante todos vosotros" (3:16). Poco después el apóstol da cuenta ante el Sanedrín de cómo ha tenido lugar el milagro: este hombre ha recibido la salud "en el nombre de Jesucristo el Nazareno". Esta curación es ante todo el signo de algo más importante: "porque no hay salvación en ningún otro ni bajo el cielo hay otro nombre dado a los hombres, en el que sea necesario que nosotros seamos salvados" (4:10-12). Aquí aparece por vez primera en Hch el sustantivo salvación, que se repetirá en el discurso de Esteban y en la proclamación de la Buena Nueva que Pablo hace ante los judíos de Antioquía de Pisidia: Esteban recuerda al sumo sacerdote que Dios quiso "dar la salvación" a los hebreos en Egipto por mano de Moisés (7:25); Pablo sostiene que la predicación de Juan Bautista fue "una palabra de salvación" para el pueblo judío (13:26).
También hay un deslizamiento del sentido del verbo salvarse en el episodio que tiene como protagonista al alcaide de la cárcel de Filipos. Pablo y Silas han sido arrojados a la cárcel por haber librado de su demonio adivino a una joven esclava, que con sus predicciones del futuro enriquecía a sus dueños. La muchacha proclamaba a los cuatro vientos que los apóstoles anunciaban "un camino de salvación" (16:17). Cuando Pablo y Silas, vapuleados y maniatados, cantan himnos en una oscura mazmorra, tiembla la tierra y se abren las puertas de la prisión. El alcaide teme que, aprovechando el temblor, se le hayan escapado los prisioneros. Está ya a punto de suicidarse cuando Pablo le grita: "no te hagas ningún mal, que estamos todos aquí". El pobre hombre salta al interior del calabozo con una lámpara, saca de allí a Pablo y a Silas, y tembloroso les pregunta: "¿Señores, qué tengo que hacer para ser salvo? Le respondieron: cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y tu casa" (16:18-31). La salvación está íntimamente ligada a la persona de Jesús resucitado. Para alcanzarla es necesario creer en él.
Explicación:
Respuesta: pedid y se os dará
Explicación: MATEO 7 : 7,8,11
Cita Bíblica