Respuestas
A los jóvenes se les ha visto desde dos perspectivas: como sujetos de cambio y como problema social. La primera mirada concibe a la juventud desde la transgresión social y la rebeldía; encargándose de dirigir las transformaciones sociales y la modernización. Hay una contribución sustancial de la juventud a la construcción y renovación de la sociedad. Desde las manifestaciones colectivas como los movimientos estudiantiles o las expresiones estéticas en la vestimenta, la moda o la música.3
Por otro lado, se visualiza a la juventud como un problema social, donde existen dificultades que conllevan a la delincuencia, la anarquía, la drogadicción, el fracaso escolar, etcétera. Si bien esta perspectiva estudia grupos específicamente marginados, en esencia se contempla el fenómeno juvenil como un estado de suspensión entre la niñez y la vida adulta.