cual es la postura de los autores del texto un mundo feliz, la clonacion, frankenstein y su obra y clonar o no clonar si no saben nada hacerca del tema no comenten estare reportando ayuda porfavor me urge hacer esta tarea
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El pasado 11 de marzo, se cumplieron doscientos años de la publicación de la novela de Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo. Una novela de tres tomos, publicada con autor anónimo con una tirada de 500 ejemplares por la editorial Lackington, Hughes, Harding and Major. Cinco años más tarde, Mary Shelley aparecía como la autora de una de las obras más proféticas de la literatura universal. La obra partió de una discusión sobre cómo transferir el principio vital de la naturaleza a un cuerpo inerte entre Shelley y Lord Byron, y la posterior pesadilla de la autora sobre un monstruo creado por la ciencia humana.
Después de años sin conceder una entrevista, sorprendían las declaraciones de Barbra Streisand en la revista Vanity Fair americana del mes de marzo confesando que había clonado a su can Samantha, utilizando células madre de su boca y de su estómago. Fue en el 2005 cuando en Corea del Sur se logró la primera clonación de un perro, nueve años después de la famosa oveja Dolly clonada. Nacieron las primeras empresas especializadas en clonar mascotas. La primera, Sooam Biotech, clonó más de 600 perros en sus primeros siete años de actividad. Según como ellos lo describen, “son gemelos idénticos nacidos en una fecha posterior”. Si Mary Shelley comprobara que parte de su pesadilla no sólo se ha cumplido sino que avanza, pudiera pensar, como nosotros, que su sueño fue premonitorio. Hace bien poco se clonaron un par de monos en China y la intención es clonar ¡un mamut lanudo! Si tenemos en cuenta que los seres humanos y los chimpancés compartimos el 99% del ADN, no es descabellado que la duplicación genética humana está a la vuelta de la esquina. Sin entrar en conspiranoias, quién nos asegura que no lo hayan hecho ya y nosotros, el simple vulgo, no nos hayamos enterado. ¿Para cuándo nuestros pequeños Frankensteins? Existen todavía muchas barreras éticas y mucho que regular para llegar donde la ciencia apunta. Pero auguro que, al igual que la carrera al espacio en plena guerra fría, la clonación humana podría ser la de este milenio. La potencia que lo consiga tendrá el arma más poderosa o, mejor dicho, el cáliz que la humanidad lleva buscando para tener una vida eterna.
Doscientos años más tarde de que Mary Shelley escribiera Frankenstein, me cuestiono, después de conocer el final del pequeño Gabriel, si no se equivocó la autora en apuntar al monstruo. La madre del pequeño, en un ejemplo, diría sobrehumano, pidió cortar los discursos de odio y violencia y dijo que “el monstruo ya recibirá su castigo”. Nos cuesta darnos cuenta de que los monstruos conviven entre nosotros y que la pesadilla no pertenece a los sueños, sino a nuestro mundo, a nosotros, a los seres humanos. La maldad es como las lagartijas, muta de aspecto y se camufla sin que nos demos cuenta. Ser un monstruo no tiene que ver ni con el aspecto, ni de dónde provengas, sino con la oscuridad que albergas. Siento que la marea de pescaditos ha sido un ejemplo que ninguno de nosotros olvidaremos. De existir la clonación, ¿hubiéramos querido volver a tener a Gabriel? ¿Cómo decidir en un futuro quién debe vivir o resucitar? La clonación abrirá esa puerta y quizás la vida perderá valor y la eternidad será cuestión de dinero y de estar en listas. ¿Sabremos distinguir quiénes son los monstruos de verdad?