Respuestas
Respuesta:
Los dos principales acontecimientos que definen las políticas en el campo de las
artes son los documentos que sustentan el Plan Nacional de Música para la Convivencia (PNMC) y el Plan Nacional para las Artes 2006-2010. Los dos planes aspiran
a promover una lectura articulada, y para ello fueron diseñados con un enfoque
de campo artístico o sistema de relaciones que soporta las prácticas artísticas en
sus dimensiones de investigación, formación, creación, circulación y gestión (estas
relaciones también pueden leerse como eslabones de cadena productiva). Los dos
planes, en fin, otorgan un fuerte acento al componente de la formación.
En 2003 la Dirección de Artes inició un trabajo conjunto con la División de
Desarrollo Social del Departamento de Planeación Nacional (DNP), tendiente a
establecer la política del PNMC. Como resultado de este trabajo se proyectaron
dos documentos: uno en junio de 2003 y el otro, en febrero de 2006, a manera de
proyección de la política hacia el 2010, denominado Lineamientos para el fortalecimiento del Plan Nacional de Música para la Convivencia y el cual sancionado
por el Consejo Nacional de Política Económica y Social. Este Plan se validó y concertó en diferentes escenarios.
El arte como expresión de
libertad y democracia, genera
un patrimonio cultural que
muestra la diversidad artística
de nuestro país ante el mundo.
Sol Cristina Velásquez
COMPENDIO DE POLÍTICAS CULTURALES
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En el año2004 la Dirección de Artes adelantó la construcción del Plan Nacional para las Artes 2006-2010 por recomendación de los sectores de las artes
visuales, escénicas y literatura. Este Plan integra con mayor énfasis el fomento a la producción desde una perspectiva de industrias culturales y, a partir
de 2007, la perspectiva de la industria musical ingresa a las preocupaciones
del PNMC.
La visión de la formación, en la Dirección de Artes, está estrechamente
articulada con la de la producción, en el sentido en que ésta se erige como
productora de sentidos que se materializan a través de las manifestaciones o
bienes que continuamente se producen en los ámbitos en que se desarrolla la
formación. Esta producción de sentidos, manifestaciones y bienes se tensiona
permanentemente con la posibilidad de hacer de ellos elementos competitivos dentro de una cadena productiva. Este enlace con la educación artística,
entendida como un derecho de todos, es la base de una economía creativa social, solidaria y sostenible. Desde una concepción de la educación, que aspira
a restituir un fluido con la vida, la política para las artes hace de la formación
artística su eje fundamental, la garantía de la democratización delas prácticas
artísticas y el fomento a su competitividad. Es lo que, en otras palabras, hemos
denominado ampliación de la base social del arte, que es el reconocimiento de
que lo artístico es un acuerdo social.
Explicación: