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hacer un glosario con las palabras desconocidas del el siguiente texto
¿PORQUÉ PERDEMOS LA MOTIVACIÓN A LA ACTIVIDAD FÍSICA Y CÓMO RECUPERARLA?


ESTRUCTURACIÓN: Lectura

POR QUÉ PERDEMOS LA MOTIVACIÓN Y CÓMO RECUPERARLA

Todos sabemos que el ejercicio es bueno para nosotros, así que ¿por qué no estamos ya en forma? Porque nadie puede mantener su entusiasmo por el ejercicio para siempre. Ninguno. Incluso los mejores de nosotros que logramos pasar por la vida y permanecer relativamente en forma tenemos nuestros puntos bajos, puntos de ruptura y los puntos en los que sentimos que el mundo entero puede arder por todo lo que nos importa.
Todos tenemos estos días. Y aquí es donde sucede: perdemos nuestra motivación. Un día o una semana baja es perfectamente normal y, posiblemente, incluso saludable. El problema con nuestros días bajos es que, mientras nos escondemos bajo nuestra manta mental (o real), nos sentimos bien. En contraste con la lucha diaria, en última instancia, se siente mejor simplemente no hacer nada. Así que volver a lo que recordamos como la incomodidad y el cansancio del entrenamiento no es una perspectiva alegre. Es increíblemente difícil volver a sentirse cansado y adolorido todo el tiempo en nombre del bien común, también conocido como nuestra salud y estado físico, porque todo lo que tenemos son los recuerdos de sentirnos cansados y doloridos.
Los recuerdos y las asociaciones son el componente clave aquí. Así es como funciona nuestro cerebro: basados en experiencias pasadas, formamos asociaciones y nos sentimos positivos o negativos sobre un evento o actividad en particular. Si hemos tenido una mala experiencia seremos reacios a continuarla. Y si la experiencia continúa siendo negativa, bueno, podríamos dejarlo por completo. Nuestro cerebro está impulsado por las recompensas. Comemos un trozo de torta y nos sentimos bien. Hay una recompensa instantánea allí mismo, no nos interesan las consecuencias. Sin embargo, cuando se trata de ejercicio, solo hay cansancio y dolor. Solo hay una promesa de recompensa en una fecha posterior, ya que se necesita tiempo para ponerse en forma y luego aún más trabajo para mantenerse así. No hay garantías solo de la posibilidad de estar en forma y saludable si trabajamos duro, quizás en algún lugar del camino. Es

por eso que el pastel siempre gana sobre un entrenamiento.
Podemos presionarnos, avergonzarnos y forzarnos a nosotros mismos de forma regular, pero nadie puede soportar la falta de evidencia rápida. Todo se rompen eventualmente y luego el ciclo comienza de nuevo. Forzamos, rompemos, comenzamos de nuevo, si podemos soportarlo psicológicamente. Una de las razones por las que necesitamos una nueva dieta o un nuevo sistema de entrenamiento cada vez, es porque aún no hemos formado esas asociaciones negativas con el nuevo brillo, por lo que creemos que podemos intentarlo con la esperanza de que esta vez sea diferente. Y cada vez nos falla porque seguimos sufriendo y ese sufrimiento crea vías neuronales negativas en nuestro cerebro haciéndonos cada vez más reacios a repetir la experiencia.
Entonces, ¿qué podemos hacer? En cambio, debemos formar asociaciones positivas con el ejercicio utilizando todas y cada una de las herramientas a nuestra disposición. Si nos sentimos bien antes, durante y después del ejercicio, la renuencia a hacerlo de nuevo se vuelve cada vez menor con el tiempo. Eventualmente, podemos mantener nuestro estado físico y ese es el objetivo final.
Reducir la cantidad de dolor: Cuando sentimos que nuestra motivación se está desvaneciendo y estamos perdiendo el deseo de hacer ejercicio, debemos reducir la cantidad de dolor infligido, incluso eliminarlo por completo. En el momento en que acumulamos suficientes asociaciones negativas con el ejercicio, nuestra autoconservación entra en acción y nuestro cerebro intenta mantenernos alejados de cualquier otra incomodidad. Es natural evitar el cansancio, especialmente cuando se puede evitar fácilmente. La forma en que nuestro cerebro lo ve es, sin más ejercicio significa que no hay más cansancio.
Consejo: Continúe haciendo ejercicio todos los días, pero reduzca significativamente la cantidad y / o la intensidad del ejercicio hasta que ya no sienta rechazo por el entrenamiento. Combine el ejercicio con las cosas que disfruta: Es por eso que muchos de nosotros escuchamos música cuando hacemos ejercicio. Nos sentimos bien cuando escuchamos la música que nos gusta y nos ayuda a superar los momentos más difíciles durante nuestra sesión de entrenamiento. A veces puede ayudarnos a olvidar por completo el cansancio. Entrenar con otras personas de cuya compañía disfrutamos, tiene un efecto similar. Podemos asociarnos con familiares para hacer ejercicio juntos. De esa manera nos enfocamos en el aspecto familiar de la formación y no en la lucha.

Answer 1

Respuesta:Entender este punto es importante. Vamos por partes. La práctica de ejercicio físico es una actividad que tiene consecuencias negativas a corto plazo (cansancio, agujetas, esfuerzo, encontrar tiempo, etc.) mientras que las consecuencias positivas visibles son a largo plazo, es decir, se hacen esperar (ganar forma física, adelgazar, tonificar, estar más ágil, más flexible, etc.).

Cuando las consecuencias positivas no son inmediatas, las personas tendemos a desmotivarnos y abandonar la tarea ya que a corto plazo no recibimos refuerzo positivo para esa conducta.

Por otra parte, la motivación para hacer ejercicio, responde muchas veces a una fuente externa, es decir, es motivación externa.

Explicación: