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Respuesta:
Los turcos son milenarios. Son el resultado de la mixtura de oriente y occidente. En su territorio convive el islam y el cristianismo, las mezquitas y las basílicas. Con la reelección de Recep Tayyip Erdogan, Turquía entra en una era en la que el presidente asume todo el poder.
Explicación:
La península de Anatolia es uno de los corredores comerciales más apetecidos del mundo. Es el pórtico de Europa hacia el Asia menor, y viceversa. Si antes cruzaban por allí las rutas de las especias y de la seda, hoy es el pasillo para que fluya el gas y el petróleo.
No en vano las tierras turcas han sido vistas con recelo durante siglos. Por allí marcharon los griegos, los persas, los selyúcidas, los árabes y los pueblos nómadas de las estepas rusas. Estos últimos se asentaron con tal vigor y resiliencia, con tal sed de totalitarismo, que fundaron el vasto y esplendoroso Imperio Turco Otomano. 600 años de grandeza que abarcaron la península arábiga, los países árabes del norte, una parte de Egipto e incluso los Balcanes europeos.
Pero en el siglo XX el imperio cayó fulminado ante la avanzada de las potencias en la Primera Guerra Mundial. Sumado a ello, las rebeliones árabes y los movimientos independentistas terminaron por acabar con la hegemonía turca en oriente medio.
A partir de 1922, los turcos se formaron como una república independiente, circunscritos exclusivamente en la península de Anatolia. El genocidio de más de un millón de armenios y las matanzas étnicas contra los kurdos caracterizaron aquellos años.
Entrado el siglo XXI, los turcos eligieron a Recep Tayyip Erdogan como líder de su nación. Desde el 2002 este político islamista se ha atornillado en el poder a punta de reelecciones, como la que recién ganó y que le dará 5 años más de poder en el Ejecutivo.
Esta vez, su mandato preocupa a la oposición y a la minoría kurda. Erdogan es ahora un presidente que concentra todos los poderes. Sus decisiones, en el terreno de lo práctico, no tendrán filtro.