• Asignatura: Biología
  • Autor: mariaxcortes56
  • hace 6 años

que estructura es necesaria para el trabajo del hueso y los musculos??

Respuestas

Respuesta dada por: wildwolf3218
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Explicación:

Es fácil comprender que “a músculos fuertes co-

rresponden huesos fuertes”, y que esa proporcio-

nalidad debería respetar una cierta interacción

positiva entre la fuerza muscular y la resistencia estruc-

tural del hueso afectado; pero no es fácil probarlo, por

cuatro razones fundamentales:

1. Existen asociaciones alométricas de orden gené-

tico, que relacionan en forma proporcionada las

masas de huesos y músculos en cada individuo,

por encima de cualquier interacción funcional de

tipo mecánico; si bien esa proporción puede variar

un tanto entre unos y otros.

2. Los huesos respetan distintas formas de reaccionar,

específicas del tipo de tejido afectado, de la mane-

ra como se los deforma, y del sitio en que se ejerce

esa deformación.

3. No existe una simetría obligada entre los efectos

óseos de la falta y del exceso de estimulación me-

cánica sobre la estructura ósea.

4. El ambiente endocrino-metabólico interactúa de

distintas formas, tanto con el metabolismo óseo

como con el metabolismo muscular.

La resistencia de los huesos a la fractura responde,

sola y exclusivamente, a dos clases de propiedades de

su estructura: Las propiedades “materiales” y las propie-

dades “geométricas”. Las propiedades “materiales” con-

sisten en la resistencia a la deformación (rigidez) y al

resquebrajamiento (tenacidad) del tejido mineralizado;

y las propiedades “geométricas” están dadas por la dis-

tribución espacial de ese material (diseño arquitectónico

óseo). La influencia que pudiera ejercer cualquier otra

propiedad ósea sobre la resistencia a la fractura es siem-

pre indirecta, ya que sus efectos dependerán siempre de

los cambios que se hubieran producido en esas dos pro-

piedades. Tanto es así, que los “Índices de Resistencia

RELACIÓN MÚSCULO-HUESO.

DE LO EXPERIMENTAL A LA PRÁCTICA DIARIA

Ósea” obtenidos por tomografía computada cuantitati-

va periférica –pQCT– (Bone Strength Indices, BSIs) des-

criptos y utilizados hasta ahora, se calculan en función

del producto entre indicadores de la calidad del material

mineralizado (como su densidad mineral volumétrica)

y de su distribución espacial (como los momentos de

inercia de las secciones diafisarias, en huesos largos).

Completado el desarrollo esquelético, los estímu-

los mecánicos pueden modificar casi exclusivamente la

distribución, y casi nunca la calidad mecánica (rigidez,

tenacidad) del tejido óseo. Esto es así porque las res-

puestas óseas, a nivel de complejidad de tejido, solo pue-

den consistir en cambios en los procesos de formación

de cantidades generalmente pequeñas de hueso nuevo

sobre hueso ya existente, o en la remoción de hueso

preexistente, sea en forma independiente, en distintos

sitios (modelación) o acoplada, en los mismos sitios

(remodelación). Es decir, se tratará siempre de procesos

cuantitativos (aditivos o sustractivos), no cualitativos.

La modelación puede cambiar la forma o el diseño

de un hueso, engrosando o adelgazando cortezas o tra-

béculas. Este proceso es generalmente anabólico, porque

su balance global de masa es generalmente positivo. La

remodelación puede remover cantidades importantes de

tejido, y sustituirlas por otro, de similar o distinta calidad

mecánica, con un balance de masa que puede resultar

neutro (en el mejor caso) o negativo. Cuando su activi-

dad está aumentada (alto turnover), su balance negativo

puede corroer y perforar trabéculas, debilitando la resis-

tencia natural de las tramas a la compresión (soporte de

las cargas articulares); y también puede fragilizar al tejido

cortical (remodelación haversiana) por aumentar su mi-

croporosidad, con grave repercusión sobre la tenacidad

ósea (facilitación de la formación y el progreso de resque-

brajaduras del tejido) y el riesgo de fractura.

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