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Tras el término de la Independencia, España tomó una actitud de rechazo hacia México, en el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, estaba un grupo de españoles que negaban la independencia mexicana, ante esto la Marina de Guerra Nacional, comandada por el capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda, logró que los españoles cedieran en noviembre de 1825; con ello se consolidó la Independencia de México.
En 1829 una incursión española que desembarcó en las costas de Tamaulipas, fue derrotada por el ejército nacional, luego de este fracaso, el gobierno español se convenció de que no podría reconquistar México y en 1836 reconoce su independencia
Al inicio de la década de 1830, la realidad de Texas era alarmante ya que año tras año miles de estadounidenses cruzaban la frontera y se instalaban de forma ilegal en el territorio sin que el gobierno pudiera impedirlo, los inmigrantes enfrentaban las leyes de la república y a las autoridades mexicanas, y la mayoría de ellos deseaban separar a Texas de México, a finales de 1835, el Congreso resolvió convertir al país en una república centralista, causando descontento en algunos estados y sirviendo de pretexto a los inmigrantes texanos para realizar su propósito, se declararon independientes arguyendo que ellos habían jurado la Constitución Federal de 1824 y no estaban obligados a formar parte de un país que había cambiado su forma de gobierno.
A comienzos del año siguiente, el presidente en ese momento Antonio López de Santa Anna, salió al frente del ejército hacia Texas con el propósito de someter a los colonizadores insurrectos. Luego de algunos triunfos como la toma del fuerte de El Álamo fue vencido y apresado en la batalla de San Jacinto, en abril de 1836, estando prisionero redactó un acuerdo en el que admitía la independencia de Texas y ordena la retirada de las tropas mexicanas.
El Congreso no acepta este convenio y decidió que Texas seguía siendo parte del país, no teniendo el gobierno mexicano recursos para financiar una nueva campaña militar contra los separatistas, los texanos pronunciaron su independencia y formaron una república, en 1845 Texas pasa a ser un estado más de Estados Unidos, lo que generó un conflicto de intereses entre ambos países.