Respuestas
Respuesta:
Aunque solemos dar por sentado que tenemos derecho a ser felices, se trata de
una idea bastante reciente, como explica el historiador Darrin McMahon en Una
historia de la felicidad (Taurus, 2005). Esta idea procede de la Ilustración, en el siglo
XVIII. Sin embargo, del concepto de felicidad se empezó a hablar mucho antes. La
mención más antigua que se conserva es del siglo VIII a. C., y, como ocurrió durante
toda la antigüedad, estaba ligada a la tragedia. De llegar a alcanzarla, era algo que
simplemente sucedía, no se podía hacer nada por conseguirla, de manera que la gente,
impotente, esperaba resignada.
De hecho, esa relación entre la dicha y la fortuna marcó el nacimiento de
vocablos en la mayoría de las lenguas indoeuropeas para designar este concepto.
Algunos ejemplos en las lenguas occidentales son los siguientes: happiness proviene del
inglés medio happ que significa ocasión, fortuna, de aquí evolucionará también el verbo
“to happen” (suceder, ocurrir). El término francés, bonheur, procede de bon (bueno) y
heur (suerte o fortuna). En italiano, español, portugués y catalán, felicità, felicidad,
felicidade y felicitat derivan del término en latín felix, que a veces significa suerte y,
otras, destino. Y, curiosamente, aunque es en los albores de la humanidad cuando se
empieza a relacionar la felicidad con el azar, la mayoría de las palabras que surgen para
denominar este concepto no aparecen hasta mucho después, hasta la Edad Media.
Antes de tratar cualquier tema es conveniente primero definirlo, pues hay
conceptos que no tiene el mismo significado tanto diacrónica como sincrónicamente
Explicación:
dame mi corona plis ok
Respuesta:
Practica la amabilidad. ...
Mantén un diario de gratitud. ...
Compra experiencias, no cosas. ...
Deja de pasar demasiado tiempo en las redes sociales. ...
Deja de revisar tu correo electrónico. ...
Enfócate en el tiempo, no en el dinero. ...
Acepta el fracaso.
Explicación: