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1
Lo primero que debemos valorar es a quién estamos dando esta descripción sobre nosotros mismos. No es lo mismo hacer una entrevista de trabajo que dar información a un comité académico o a un nuevo amigo. Así pues, es necesario identificar la audiencia.
2
Para hacer una descripción de ti mismo, también tienes que pensar en los datos que son relevantes y aquellos que no lo son. Por este motivo es importante informarnos muy bien de qué perfil de persona están buscando, ya sea para un puesto de trabajo o para una beca. Es más, incluso para caer bien a alguien, siempre es importante ver qué necesidades tiene y qué busca exactamente de ti.
3
Podemos comenzar esta descripción dando nuestro nombre completo, lugar de nacimiento y edad, así como lugar de residencia actual.
4
Para seguir con una descripción de ti mismo, tendrás que poner tus logros académicos, es decir, tu formación, tus cursos y tus habilidades.
5
Si es pertinente, deberás añadir tus logros profesionales, a qué te has dedicado durante los últimos años, cuál ha sido tu experiencia laboral etc.
6
En una buena descripción sobre ti mismo, no pueden faltar tus características personales. Es interesante aportar información sobre lo creativo que eres, lo enérgico, proactivo y lo buen compañero que te consideras.
7
Normalmente, si se trata de una entrevista de trabajo, te pedirán que digas también algún defecto. No te escondas, haz de ese defecto una virtud. Por ejemplo, si te consideras maniático en el trabajo, puedes adornarlo con un “soy demasiado perfeccionista”.
8
Finalmente, la concisión y brevedad en una descripción sobre ti mismo es esencial. Intenta seleccionar los datos más importantes, que no tenga una longitud mayor a las 200 palabras