• Asignatura: Baldor
  • Autor: sandropolo
  • hace 6 años

IV. Subraya los conectores





Cuentan que hace muchísimos años, los habitantes de una pequeña aldea japonesa no conocían aún lo que era un espejo: no sabían lo que era y jamás habían visto alguno. Un día, un joven iba caminando por la calle y halló un pequeño espejo. Debido a que nunca había visto tal objeto, lo recogió con gran curiosidad. Pero al mirarlo, se asustó, pues creyó ver el retrato de su difunto padre.

Luego, guardó el espejo en su bolsillo. Al llegar a su casa, lo ocultó dentro de un jarrón. Más tarde, se dirigió sigilosamente hacia el jarrón y volvió a mirarlo. Su mujer se empezó a preguntar la causa de ese extraño comportamiento. Y mientras dormía el esposo, se levantó y buscó en el jarrón hasta dar con el espejo, al que miró atónita porque en él vio el retrato de una bellísima mujer. Por lo tanto, llena de rabia, increpó a su esposo: creyó que él la estaba engañando con otra persona.

-No comprendo –dijo él-. Sólo guardo el retrato de mi difunto padre que encontré el otro día en la calle. Lo metí en el jarrón para mayor seguridad. El enojo ya duraba varios días. Entonces, fueron a contarle lo sucedido a un sacerdote y le mostraron el espejo. Después de verlo éste dijo, con voz emocionada:

-Es el retrato de un venerable sacerdote. Evidentemente, ustedes se han equivocado.

Los exhortó a seguir unido. Más tarde, colocó el espejo entre los preciados tesoros. En otras palabras, el espejo se convirtió en una reliquia.

Tema:Razonamiento verbal

Respuestas

Respuesta dada por: Lama02
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Respuesta:

Un día, luego,, más tarde, por lo tanto, entonces, evidentemente, más tarde, en otras palabras.

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