1. Escribe un relato de una página en el que des cuenta de cómo
se relacionan las normas y formas de organización de uno de los
pueblos originariostrabajados con los detu comunidad.
Respuestas
Respuesta:En las localidades pequeñas algunos servicios funcionan de otra manera, y algunas normas y costumbres, también. Además de las leyes aplicables a todo el territorio español, los pueblos tienen un conjunto de normas no escritas que se respetan casi a rajatabla. No tienen multas ni penas por saltárselas: se cumplen porque siempre han estado ahí y se cumplen en familia, casi como si fueran de la casa de uno. Por si eres de los que vuelve al pueblo en vacaciones y necesitas refrescar algunas de las más comunes, nos hemos atrevido a escribir esas normas no escritas para que las señoras tomando el fresco no te miren raro.
TÍTULO 1. Normas de circulación
art 1. Prohibido aparcar donde la gente sale a tomar el fresco. Existe una línea amarilla imaginaria en los sitios donde los vecinos sacan las sillas cuando cae la noche y comienza a correr el aire. No hay multa por aparcar en ellos, pero atente a las consecuencias si provocas una migración de gente con sus sillas plegables.
art 2. Los coches no tienen prioridad... sobre nada. Hay veces que dos tapas de alcantarilla están a la distancia perfecta para ser los postes de una portería imaginaria y en ese caso los niños tienen prioridad. También los niños-kamikaze en bicicleta y tractores tienen preferencia sobre los automóviles. Y para las personas con carrito de la compra, toda la carretera se considera paso de cebra.
Los carritos tienen prioridad absoluta sobre cualquier vehículo. Raquel Maria Carbonell Pagola (Getty)
TÍTULO 2. De las gentes y el comercio
art 3. Debes saber situar a todos los vecinos en su árbol genealógico. Si alguien te va a contar algo de “Juan, el hijo de El Mochuelo”, antes de que continúe su relato deberás agregar: “Sí, que se casó con Isa, la de la frutería”. Si no, la conversación no fluye. Después, la otra persona puede continuar con lo que te iba a contar de Juan el hijo de El Mochuelo o añadir algo sobre Isa la de la frutería: “Que su hermana es Virginia, la de la Asociación de Vecinos”. A lo mejor, al final ni te enteras de lo que te iban a contar de Juan.
art 4. Hay que saludarse. No con todo el mundo, pero casi. Y el “¿qué tal?” no es un formalismo. Hay que contar qué tal estás. Tú y toda tu familia.
art 5. Los mayores siempre pueden criticar tu aspecto, sin derecho a réplica. Alguien tiene que avisarte si llevas unos pantalones demasiado largos para ser cortos y demasiado cortos para ser largos, o si llevas una camisa que parece la cortina de una ducha.
art 6. Del pueblo es el que nace en el pueblo. El resto son forasteros. Al igual que los que nacen allí pueden irse fuera y seguirán siendo del pueblo mientras acudan a las fiestas (art 11), con los de fuera ocurre lo contrario: da igual que lleves 30 años viviendo en la localidad, seguirás siendo “el forastero”. Eso sí, al tercer mes te querrán como a uno más.
Explicación: