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Estos remedios pueden emplearse en cualquier tipo de picadura de alacrán negro o albino, ya que la mayoría de las personas no suele distinguir entre uno y otro, además de que dichos remedios no tienen efectos secundarios.
•Ajo. En cuanto la persona sea picada, se le debe dar a beber una solución hecha con una cabeza de ajos machacados y molidos en agua (como agua de tiempo), además de colocar en la parte afectada dos dientes de ajo machacados. Si sospecha que dicho alacrán es albino, deberá doblar la dosis de ajo machacado y molido en agua. (No se preocupe si la persona vuelve el estómago; es normal.)
•Colorín. Este remedio le brindará tiempo para actuar. Obtenga unas ramas de colorín y córtelas a la mitad. Aplique en la parte afectada el jugo de las ramas y de a beber al paciente unas gotas del mismo en un vaso de agua.
•Cuajilote. Se fricciona la piel con el jugo de la planta; ésta es muy venenosa, por lo que ofrece serios peligros. Le recomendamos no excederse en su aplicación.
•Guaco. Se da a beber al enfermo, con la mayor frecuencia posible, una infusión del tallo de las hojas, y mejor aún el jugo de éstas (10 gramos por cada medio litro de agua hirviendo); al mismo tiempo se le pone sobre la parte afectada una cataplasma de hojas molidas.
•Ajo. En cuanto la persona sea picada, se le debe dar a beber una solución hecha con una cabeza de ajos machacados y molidos en agua (como agua de tiempo), además de colocar en la parte afectada dos dientes de ajo machacados. Si sospecha que dicho alacrán es albino, deberá doblar la dosis de ajo machacado y molido en agua. (No se preocupe si la persona vuelve el estómago; es normal.)
•Colorín. Este remedio le brindará tiempo para actuar. Obtenga unas ramas de colorín y córtelas a la mitad. Aplique en la parte afectada el jugo de las ramas y de a beber al paciente unas gotas del mismo en un vaso de agua.
•Cuajilote. Se fricciona la piel con el jugo de la planta; ésta es muy venenosa, por lo que ofrece serios peligros. Le recomendamos no excederse en su aplicación.
•Guaco. Se da a beber al enfermo, con la mayor frecuencia posible, una infusión del tallo de las hojas, y mejor aún el jugo de éstas (10 gramos por cada medio litro de agua hirviendo); al mismo tiempo se le pone sobre la parte afectada una cataplasma de hojas molidas.
tiarecano:
jeje
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