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1
1-¿De que forma nos define el lenguaje, y como se puede trascender a esa definición...?
El Lenguaje nos define desde distintos aspectos.
Por sí mismo, como lengua madre que nos aporta ciertas características de expresión y personalidad.
Por sus signos de una semiología que define una cultura ancestral, hereditaria, imitativa y biográfica.
Por sus cualidades que provienen de antiguas estructuras lingüísticas enriquecidas con el tiempo.
No es lo mismo hablar mapuche, que italiano o alemán. La musicalidad, los fríos, las calideces, la guturalidad y el ritmo, nos hacen diferentes a otras culturas. Nos agregan o nos quitan claroscuros y simpatías particulares.
Se podría trascender a esas definiciones? Creo que sólo con un gran exilio físico o mental, podríamos hacer cierto corte de influencias. Pero nunca se pierde lo esencial, por más recóndito que sea el sitio que le hayamos destinado.
Lo considero un tipo de 'despersonalización', consciente o inconsciente. Racional o intuitiva.
2-¿En qué momento
el hombre se vuelve
metáfora de sí mismo?
El Hombre empieza a ser su propia metáfora, símil, antítesis o hipérbole, cuando empieza a desarrollar las capacidades de mentir, de figurar, de despojarse de su ingenuidad infantil.
Cuando la razón está madura para darle razones que lo acoracen frente a su entorno y contra sus propios embates del pensamiento, las emociones o los traumas.
Es 'como si fuera' lo que es, pero no tal como es.
3-¿En que momento,
todo lo que no es destino,
se vuelve destino?
Para mí que, no creo en los destinos prefijados, es un hado que oscila entre lo casual y lo causal, pero que siempre tiene que ver con una construcción propia. El Hombre traza sus designios mediante las elecciones que hace -por causas intrínsecas-, hasta convertirlos en consecuencias mediante cada evento en el que se involucra o al que evade.
Y todo esto, teniendo en cuenta que somos parte de un 'todo' que nos manipula, nos moldea, nos condiciona y pone límites a lo que entendemos por libertad.
Poreso el Lenguaje tiene un papel de colosal importancia en la metáfora humana y en su destino 'artesanal'.
A través de él, se comunica, opina, se revela y se rebela. Se manifiesta, se esconde, se parapeta, se luce, confronta, conquista, seduce, y algunas veces, da vida o mata...
El Lenguaje nos define desde distintos aspectos.
Por sí mismo, como lengua madre que nos aporta ciertas características de expresión y personalidad.
Por sus signos de una semiología que define una cultura ancestral, hereditaria, imitativa y biográfica.
Por sus cualidades que provienen de antiguas estructuras lingüísticas enriquecidas con el tiempo.
No es lo mismo hablar mapuche, que italiano o alemán. La musicalidad, los fríos, las calideces, la guturalidad y el ritmo, nos hacen diferentes a otras culturas. Nos agregan o nos quitan claroscuros y simpatías particulares.
Se podría trascender a esas definiciones? Creo que sólo con un gran exilio físico o mental, podríamos hacer cierto corte de influencias. Pero nunca se pierde lo esencial, por más recóndito que sea el sitio que le hayamos destinado.
Lo considero un tipo de 'despersonalización', consciente o inconsciente. Racional o intuitiva.
2-¿En qué momento
el hombre se vuelve
metáfora de sí mismo?
El Hombre empieza a ser su propia metáfora, símil, antítesis o hipérbole, cuando empieza a desarrollar las capacidades de mentir, de figurar, de despojarse de su ingenuidad infantil.
Cuando la razón está madura para darle razones que lo acoracen frente a su entorno y contra sus propios embates del pensamiento, las emociones o los traumas.
Es 'como si fuera' lo que es, pero no tal como es.
3-¿En que momento,
todo lo que no es destino,
se vuelve destino?
Para mí que, no creo en los destinos prefijados, es un hado que oscila entre lo casual y lo causal, pero que siempre tiene que ver con una construcción propia. El Hombre traza sus designios mediante las elecciones que hace -por causas intrínsecas-, hasta convertirlos en consecuencias mediante cada evento en el que se involucra o al que evade.
Y todo esto, teniendo en cuenta que somos parte de un 'todo' que nos manipula, nos moldea, nos condiciona y pone límites a lo que entendemos por libertad.
Poreso el Lenguaje tiene un papel de colosal importancia en la metáfora humana y en su destino 'artesanal'.
A través de él, se comunica, opina, se revela y se rebela. Se manifiesta, se esconde, se parapeta, se luce, confronta, conquista, seduce, y algunas veces, da vida o mata...
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