Respuestas
Respuesta:
El musicólogo Adolfo Salazar opina que la música trata de desentrañar esas músicas y anota cuanto alcanza de «los ritmos endiablados de la percusión». Carpentier lo ha advertido cinco años antes: «Pentagrama esos ritmos sería una empresa verdaderamente difícil. El discurso melódico, de una sencillez rudimentaria, es acompañado en ciertos casos por una diversidad de acentos combinados, cuyo conjunto acaba por trocarse en una especie de sinfonía elemental».
Explicación:
Su inspiración en Muchos de los textos de Alejo Carpentier recogidos en Temas de la lira y del bongó son de la misma época en que Salazar viaja por primera vez a Cuba. Ambos autores se ocupan de los mismos temas: la música popular, el estado musical del país, el afrocubanísimo de Roldán y García Catarla. Promotor de estos dos compositores y auto publicista consumado, Carpentier habla de la «violentísima ofensiva en pro del reconocimiento afrocubano» emprendida por ellos tres. Compone libretos para ballet y ópera. Dentro de un paréntesis, en un artículo de 1923, afirma tener credenciales de compositor, y lanza esta fórmula: «¡Abajo la lira, viva el bongó!», donde la lira es «la ópera, la canción, el italianismo, la languidez» y el bongó «lo rítmico, lo percusio, lo neto, lo nervioso».