por que los precios internacionales de los productos agricolas influyen en las decisiones de siembra de los productos pampeanos?
Respuestas
Respuesta:
espero que te sirva
Explicación:
Los precios agrícolas pueden ser analizados desde varias perspectivas: en la finca, al por mayor urbano y rural, y al consumidor; en períodos de cosecha y en la temporada de escasez relativa; en la frontera, en casos de importaciones y exportaciones, o en localidades del interior; según la calidad del producto, etc. Algunas clases de políticas tienen el propósito de reducir la diferencia entre los precios al productor y al consumidor, a través de mejoras en la eficiencia de la cadena del mercadeo. Otras tratan de reducir las fluctuaciones estacionales, mediante mayor acceso al almacenamiento y mecanismos mejorados para la llegada oportuna de las importaciones, cuando se necesitan. En fin, otras tratan de inducir a los agricultores y comerciantes rurales a elevar la calidad del producto, obteniendo así un precio medio mayor.
Estos tipos de políticas tienen un lugar importante en el contexto de las medidas sectoriales, pero existen políticas que pueden influir sobre el conjunto de los precios agrícolas, desplazándolos hacia arriba o hacia abajo, simultáneamente. Para este propósito, los precios agrícolas se examinan desde otra perspectiva, la de precios relativos o reales. Tal como se mencionó anteriormente, los precios agrícolas reales se calculan dividiendo los precios agrícolas nominales, o brutos, por otros precios: los de otros sectores o los de la economía en su conjunto. Los precios agrícolas reales se pueden calcular para cualquier etapa de la cadena de comercialización, pero para analizar los incentivos a los productores usualmente se calculan sobre la base de los precios en finca.
¿Cuáles otros precios deben utilizarse para el denominador de esos cálculos? Obviamente se requieren índices, puesto que los conceptos se refieren a promedios ponderados de muchos precios. El índice de precios más comúnmente usado es el índice de precios al consumidor. Así, el precio real del arroz se puede expresar como el precio del arroz dividido por el índice de precios al consumidor. Este concepto mide el poder de compra de una unidad de arroz cosechado en términos de todos los bienes y servicios de la economía. Ya que es una razón y un índice, su valor en cualquier momento del tiempo no tiene significado, pero sus variaciones anuales muestran los cambios en el poder de compra de los productores.
Para el análisis de las políticas y la toma de decisiones es útil construir índices de precios agrícolas sectoriales y subsectoriales, tanto para los precios nominales como para los reales. De este modo, se pueden medir y vigilar los cambios de precios en el ámbito de todo el sector. Un índice agregado de los precios agrícolas reales se puede calcular dividiendo el índice de los precios agrícolas nominales por el de los precios al consumidor. Este concepto muestra los cambios de los incentivos al productor en términos de su poder de compra. Todos los países disponen de los datos necesarios para calcular el índice de precios agrícolas reales (precios medios en finca y cantidades totales producidas de cada producto). Estos datos a menudo se publican, pero en un sorprendente número de casos ese índice no se calcula o no se mantiene actualizado. Para que los que toman decisiones estén informados acerca de las tendencias fundamentales del sector, este índice debería calcularse anualmente.
En dichos cálculos, el índice de precios al consumidor podría ser reemplazado por: el índice de precios al productor, el deflactor del PIB, el índice de precios de los insumos agrícolas, el índice de precios al consumidor de productos no alimenticios, etc. Cada definición de los precios agrícolas reales mide un concepto diferente, pero todos ellos constituyen expresiones numéricas de las tendencias del poder de compra de la producción agrícola[82]. Deflactar el índice de precios agrícolas por el índice de precios de insumos agrícolas indica el índice real de los cambios en la rentabilidad de la producción sectorial, si se hace abstracción de los cambios de productividad. Por su lado, deflactarlo por el índice de precios al consumidor resulta en un índice del poder de compra de las familias agrícolas como consumidoras.