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Respuesta:
Nacimiento: El dónde y el cuándo.
Se dice del flamenco que nació a finales del XVIII, léase por el 1700.
Se entiende que por entonces no había Facebook y nadie pudo postear “Hoy, 3 de marzo de 1753 ha nacido el flamenco. Ha pesado 4,200 kilos y su primer llanto sonó a gloria bendita, mezcla del gregoriano que tanto le gusta a su madre y de la música andaluza, que hereda de su padre gitano”
Parece ser que en el año 1.765 aparecen los primeros registros, pero claro, para registrar algo, primero ha de existir. ¿Cuánto tiempo llevaba existiendo el flamenco antes de que lo registrasen en 1.765? Pues allí es donde entra lo inexacto de la fecha.
Las sevillanas tienen otro origen. Se sabe que por el 1.400, en Castilla, se bailaba la seguidilla castellana.
Una suerte de baile en pareja que fue evolucionando hasta convertirse en las sevillanas que conocemos.
Por el camino pasó de tener 5 coplas a 4, de bailarse más saltada (tipo jota) a bailarse más aflamencada y de ser oriunda de Castilla pasó a ser nacida en Sevilla. Ya sabes, lo propio y normal de las transmutaciones artísticas.
En 1884 la RAE las admite en su diccionario, que desde entonces, limpia, luce y da esplendor con más alegría.
La rumba catalana, quizás por ser la más contemporánea de las 3, conserva su partida de nacimiento intacta: Barcelona, 1.940.
El primero en cantarla como tal, se llamaba “El Orelles” (“El Orejas”) un gitano que cantaba en las juergas de su barrio.
Hemos de esperar a los años 60 para que la rumba catalana se popularice
y de allí hasta nuestros días.
Influencias: ¿Y tú de quién eres?
Aún me acuerdo, ir de pequeña por el pueblo de mi padre, y las vecinas
preguntarme: “¿Y tú de que quien eres?”
Santo y seña, de dónde saliste, a quién te pareces corazón.
El flamenco es un potaje donde se cocieron a fuego lento músicas árabes, judías y gitanas sobre una base de tradición andaluza. Hicieron chup-chup durante años y años, al tiempo que se aderezaban con unas gotas de influencias africanas. Mmmmm será por eso que sabe rico rico.
Las sevillanas, actualmente, se consideran uno de los palos del flamenco, y por lo tanto podemos encontrar en ellas todas las influencias que en el flamenco hay.
Decidir si las sevillanas son flamenco o no, ha sido una discusión que ha durado su tiempo. Puede que a fecha de hoy te encuentres con gente que no lo sepa o que lo niegue. No pasa nada. Lo más seguro es que en su momento lo aprendieran como dos disciplinas bien distintas, o bien que no estén conformes con el cambio.
La rumba catalana aparece en los años 40 y se desarrolla en los 60 bajo la influencia de las grandes orquestas de salsa que venían de gira a Europa desde América y que recalaban en los teatros del Paralelo.
Una vez allí, se mezclan con los rumberos gitanos y catalanes para dar paso un estilo donde la influencia africana, llegada vía América y Caribe, se hace patente en la estructura de los cantes, en los instrumentos tropicales: congas, bongós, campana y en la forma de moverse.
Dónde y cómo se baila:
Los palos del flamenco tipo soleá, alegrías, seguiriyas se bailan en el escenario.
Que puede ser el escenario de una peña, de un teatro, un final de curso de una escuela o en las fiestas de tu barrio.
Pero vamos, que no se sabe de nadie que haya quedado un viernes por la noche para ir a bailar por guajiras o tipo “Este sábado vamos todas por ahí a marcarnos unos caracoles”.
Y bailan las personas que suben a bailar, no el público. El público va a ver y a escuchar. Y palmicas las justas y sordicas, que si no, despistas a los artistas.
Otra cosa es estar en una juerga, en casa de alguien, o en un bar, y que se haga un corro, y la gente salga a bailar.
En ese caso se suele bailar por rumbas, por tangos o por bulerías que son los palos más fiesteros.
Más detalles importantes. Si vas a un concierto delra “ Cigala y canta una bambera, ni se te ocurra ponerte a bailar la coreo del curso, que a parte de quedar raro, hasta te pueden mirar mal por muy bien que lo hagas.
Las sevillanas son un caso diferente. A parte de las fiestas particulares, barbacoas, juergas en el terrado o el comedor de la tía Mari que es una enrollada de la vida, las sevillanas se bailan en las salas rocieras.
No es que en Barcelona haya una en cada esquina, pero es verdad que hay unas cuantas. Las suficientes para escoger y para que puedas ir variando hasta que encuentres la que más te gusta.
En ellas podemos quedar y bailar hasta la madrugada, tomando una copa y dejándonos sorprender por los temas que ponga la persona encargada de la sala.
Por eso la seguidilla castellana de antes de los Reyes Católico ha llegado a la era de internet siendo una sevillana, y el flamenco no pasa de moda, y la rumba catalana se transforma pero no cesa.
ESPERO AYUDARTE DAME CORONITA POR FA