¿Debemos preocuparnos en este momento por el agotamiento del petróleo o dejar que sean nuestros descendientes quienes lo hagan? ¿Por qué?
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Respuesta:
El hecho de que se esté buscando petróleo en las llamadas donas, en los límites marítimos entre México y los Estados Unidos, y en lugares cercanos a ellas, bajo aguas de más de 2 mil metros de profundidad, no sólo quiere decir que la tecnología ha avanzado al punto de hacer posible eso. También es un síntoma de agotamiento o, por lo menos, de insuficiencia, de recursos petroleros más baratos como los que han surtido a la mayor parte de la demanda mundial durante décadas. Al mismo tiempo que esto sucede enfrente de nosotros, en Venezuela se concursa, con gran interés de varias compañías, la explotación de yacimientos que hasta hace poco habían sido considerados poco rentables. En el Atlántico frente a Europa, y en aguas frente a Brasil, también se trabaja en aguas profundas, incluso de 2000 metros o más. Si hay empresas del ramo gastando mucho dinero en esto, es porque ya no hay suficiente petróleo barato en el mundo.
El petróleo es un recurso no renovable. Un recurso limitado, que se agota. Pero muchos se han opuesto a que se cuantifique cuánto petróleo queda en un determinado país, no digamos en el mundo. Por ejemplo, las acciones de determinadas compañías petroleras podrían bajar de precio. Ahora que se publican nuevas investigaciones sobre el asunto, hay agencias de prensa y otros medios de difusión que prefieren ocuparse de otras cosas.