• Asignatura: Filosofía
  • Autor: cisternadealbarracin
  • hace 6 años

Cuál era el conflicto de los peones que reclamaban como belleza situación el tío Joaquín ​

Respuestas

Respuesta dada por: javivi06
0

no lo se porque me da un poco igual

Respuesta dada por: fer282007
0

Respuesta:

Teresa de la Parra (1891-1936) publicó su novela Las memorias de Mamá Blanca en 1929.

Fue su segunda y última

incursión en el género después de la exitosa Ifigenia. Diario de

una señorita que escribió porque se fastidiaba (1924). Las memorias... no generó el mismo

entusiasmo y debate público que esta primera novela

. La falta de éxito se debió a que un

importante sector del público esperaba que Teresa de la Parra volviera con un libro tanto o

más irreverente que Ifigenia. La historia de un grupo de infantes en una hacienda del siglo

XIX, no aparecía tan controversial como la irónica crítica al conservadurismo caraqueño

que hacía la adolescente protagonista de su primera novela.

Si bien las ventas no acompañaron a Las memorias..., la crítica tradicional terminó

avalando un texto que devolvía la escritura de Teresa de la Parra a arenas menos

conflictivas, a los inocentes recuerdos de infancia, instalando la figura de la autora en temas

propios de su género sexual

. Es así como en 1929 L. E. Nieto Caballero dice en relación a

Las memorias...:

1 Dos años después de haber publicado Las memorias... se presentan en la autora los primeros síntomas de la

tuberculosis. Esto la empuja a un peregrinar por distintas clínicas y tratamientos, lo cual incidió en que

abandonara su trabajo escritural literario. Su último intento -en medio de sus reclusiones en distintos

sanatorios- por retomar la literatura será su proyecto de escribir la biografía novelada de Simón Bolívar,

proyecto que quedó inconcluso con su muerte en Madrid en 1936.

“Las memorias...fue la obra que en vida de su autora menos éxitos editoriales alcanzó y menos encarnizada

polémica suscitó.” Velia Bosh. “Introducción de la coordinadora” en Teresa de la Parra. Las memorias de

Mamá Blanca. Santiago de Chile. Universitaria, 1997. p. XXIV.

Sylvia Mohillo, refiriéndose a los libros Ternura de Gabriela Mistral, Cuadernos de infancia de Norah

Lange y Las memorias de Mamá Blanca de Teresa de la Parra señalará: “Los críticos aclamaron estos tres

libros en la medida en que se acomodaban a sus visiones acerca de la literatura de mujeres; y, en el caso de

Lange y Parra, dieron especial bienvenida a estas memorias de infancia, que parecían enmiendas oportunas a

los „errores‟ literarios previos, a las desviaciones de las normas de género-sexual establecidas” Sylvia Molloy.

“Foreword” en Teresa de la Parra. Ibíd. p.274 [traducción de Alicia Salomone].

“Aquí ya no hay problemas, ni conflictos, ni ideas que se presenten a

disputa. Es un libro diáfano.

Se trata de contar la vida de seis niñas, la tercera de las cuales tiene

cinco años. Viven en una hacienda con sus padres [...] juegan, corren,

pelean, sufren castigos [...] Aquí no pasa nada. Todo es idílico, sencillo,

con olor a azucena.”

Esta perspectiva crítica ha sido en la actualidad, indirectamente, abordada por

Sylvia Molloy, quien se pregunta ¿cómo leer Las memorias..., si el ritual de inocente

cuento de infancia parece impedir cualquier conjuro ideológico?5 A pesar de ello, Molloy

no puede esquivar la mirada de ciertas escenas que quiebran la superficie transparente del

texto, como en los momentos en que la madre peina a la hija o bien la niña indaga por los

rincones de la casa de Mamá Blanca; ambas escenas revelan para la investigadora la

metáfora de un pacto femenino profundo que subvierte las normas patriarcales y que, a su

vez, instala al lector como un voyeur que espía por los intersticios sugerentes que abre la

narradora. Las memorias... estalla, entonces, en zonas ambiguas, que desestabilizan la

mirada pasiva del lector y lo invitan a leer entre líneas.

De este modo, la novela de Teresa de la Parra ha dejado de ser en las últimas

décadas exclusivamente un relato de infancia y la crítica ha empezado a analizarla como un

texto que discute ideológicamente con su época. Es el caso de los aportes hechos desde una

perspectiva de género, entre los que destacan los de la mencionada Sylvia Molloy y los de

otras estudiosas como Doris Sommer6

, Francine Masiello7

y Alicia Salomone8

Explicación:

espero te sirva :)

me pones como la mejor respuesta? plisss...

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