Respuestas
Explicación:
Fortalecer el estado de derecho y la rendición de cuentas por violaciones de los derechos humanos
El estado de derecho y la rendición de cuentas por violaciones de los derechos humanos son fundamentales para la prevención de violaciones, conflictos y violencia, para la consolidación y el mantenimiento de la paz y el logro de un desarrollo inclusivo. El costo de la ausencia del estado de derecho es brutalmente obvio en todo el mundo: en los fracasos de la justicia y la impunidad de los crímenes, los conflictos por agravios desatendidos y los gobiernos opresivos e irresponsables. Necesitamos sistemas de gobernanza en los que todos los responsables, las instituciones y los organismos, públicos o privados, deban rendir cuentas y estén sometidos a leyes que se promulguen públicamente, se hagan cumplir en forma pareja y se resuelvan de manera autónoma y en consonancia con las normas internacionales de derechos humanos.
Todos los países enfrentan desafíos en el cumplimiento de estas normas. Persisten las brechas en el acceso a la justicia, sobre todo para las personas que son víctimas de la discriminación, y al mismo tiempo, queda mucho por hacer para asegurar la justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Muchos de los procesos públicos de toma de decisiones siguen siendo poco claros y no participativos, lo que obstaculiza la capacidad de las personas de reclamar y lograr la rendición de cuentas. Queda mucho por hacer para garantizar que los derechos económicos, sociales y culturales se puedan reclamar y ser sentenciados judicialmente. La corrupción es uno de los principales riesgos en todos los niveles, incluso en el poder judicial y las agencias encargadas de la aplicación de la ley. La vigilancia se hace aún más necesaria debido a la decisión de ciertos Estados de combatir la inseguridad o el terrorismo con medidas que violan los derechos humanos e infringen las normas internacionales, incluida la prohibición absoluta de la tortura y las restricciones en el uso de la pena de muerte. Se ha demostrado que estas medidas son contraproducentes y deben ser contrarrestadas.
Seguiremos trabajando con nuestros aliados para fortalecer el estado de derecho y la rendición de cuentas ante las violaciones de los derechos humanos en el contexto de la aplicación de la ley y los sistemas judiciales, y prestaremos mayor atención a las violaciones que han sido tradicionalmente desatendidas, como aquellas que se relacionan con los derechos económicos, sociales y culturales y los delitos cometidos por razones de género. Avanzaremos más allá de la tradicional rendición de cuentas judicial e intentaremos generar condiciones en las que las personas puedan dar forma a las decisiones políticas que afectan sus vidas, o impugnarlas de manera significativa, como un elemento para garantizar la rendición de cuentas y la buena gobernanza. Trabajaremos dentro del sistema de las Naciones Unidas para garantizar que sus compromisos relativos a afianzar la rendición de cuentas y fortalecer el estado de derecho estén bien coordinados y respaldados.