Respuestas
Respuesta:La dinámica globalizadora ha generado importantes transformaciones en la naturaleza, distribución y ejercicio del poder del tradicional “Estado Nación”. La acelerada y
creciente integración económica/financiera, la integración de nuevas tecnologías de la
información, la emergencia de actores no estatales con capacidad de injerencia en el
escenario internacional y nacional, la significativa desigualdad entre países y personas
y los cambios en los problemas globales de desarrollo han generado un mundo progresivamente interconectado que necesita replantearse las alternativas “nacionalistas” para
asumir desafíos y oportunidades que superan las fronteras territoriales para asumir una
dimensión trasnacional.
Dentro de este marco analítico se está produciendo un fenómeno de “cosmopolitización del desarrollo”, el cual remite a los procesos de desterritorialización y reanclaje que
se han sucedido en diversos ámbitos del desarrollo como consecuencia de la interrelación dinámica y cambiante entre los diversos espacios locales, nacionales y globales, la
progresiva interdependencia económica, política, ambiental y cultural entre los países,
y la creciente integración y reconfiguración de los poderes económicos y mediáticos en
diversas escalas espaciales y temporales.
Esto no significa, empero, que los problemas del desarrollo no respondan a coyunturas específicas, vacíos institucionales e incapacidades de los Estados para hacer frente
a sus propias contradicciones nacionales, sino que estas problemáticas son el resultado
de una dinámica compleja entre las vulnerabilidades locales o nacionales y las coyunturas globales. Así, la globalización ha generado cambios en las dinámicas sociales que
condicionan la vida de las personas del planeta y generan desafíos globales que ya no
pueden ser abordados de manera eficaz desde una perspectiva exclusivamente unilateral
y nacional. Por tanto, no hay soluciones nacionales para los problemas del desarrollo
que se han transnacionalizado, así como tampoco existen soluciones globales y recetas
universales para los problemas propios de cada comunidad o nación en particular. Po
tanto, la acción cooperativa y concertada parece convertirse en el único camino “realista”
de gestionar los desafíos comunes para toda la humanidad.
El presente artículo se propone analizar estos cambios estructurales que forman
parte constitutiva de la actual etapa globalizadora para entender cómo han incidido
en las relaciones de poder entre los Estados y en las posibilidades de desarrollo de sus
ciudadanías. Para ello, el primer epígrafe analiza la creciente interdependencia como
un fenómeno fundamental de la actual etapa globalizadora; el segundo epígrafe estudia
las transformaciones en las relaciones de poder que ejerce el Estado nación; el cuarto
epígrafe aborda las relaciones asimétricas y las desigualdades que se han suscitado entre países y personas; para, en el último apartado, concluir con unas reflexiones finales
sobre los cambios acontecidos en el actual mundo globalizado.
Explicación: