Respuestas
Respuesta:
La dificultad, inconveniente o contrariedad sobre la relación sujeto-objeto de conocimiento es un problema epistemológico que puede tener más de una solución.
Dicho inconveniente se puede remediar o enmendar -con conocimiento o desconocimiento del hecho- utilizando distintos supuestos filosóficos (objetivismo, subjetivismo o dialéctica).
Dichos supuestos, estimaciones o conjeturas epistemológicas dependen -a su vez- de la facultad o facultades (la razón y/o los sentidos) que el sujeto cognoscente ponga en práctica cuando pretenda conocer determinado fenómeno.
La facultad o facultades (razón y/o sentidos) que el sujeto ponga en juego, cuando pretenda problematizar un objeto de estudio, dependerá o dependerán, a su vez, de los intereses ontológicos del investigador.
Dichos intereses, haberes o beneficios se refieren -en el ámbito ontológico, existente o real- a pretender determinar a los demás (objetivismo), indeterminarlos (subjetivismo) o a negociaciones entre el determinismo y el indeterminismo (dialéctica) de los otros y de nosotros mismos.
En el ámbito educativo, es posible observar -derivado de lo expresado en los párrafos anteriores- que las exploraciones, descripciones, explicaciones, interpretaciones o comprensiones de los fenómenos, hechos o acontecimientos pedagógicos están determinados por los intereses ontológicos, existentes o reales de los sujetos que los elaboran.
Como consecuencia de este hecho, las teorías de la educación (conductista, psicoanalítica, humanista, cognitivista, psicogenética, sociocultural, etc.) promuevan discursos diferentes y contradictorios sobre los fenómenos, hechos, acontecimientos o sucesos educativos.
En ese sentido, es posible apreciar que a ello obedece la complejidad del fenómeno educativo y que debido a esto se trata de una cuestión política porque obedece a intereses diferentes y contradictorios.