cuales son los aspectos fundamentales que aborda el Papa Francisco en la exhortación???
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La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium es el primer escrito oficial del papa Francisco en el que expone su pensamiento con bastante amplitud. Este escrito cumple dos objetivos, señalados por él en el n° 16 de la Exhortación.
El primero es recoger los trabajos de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana", celebrado en Roma en octubre de 2012. Con esto, prolonga una tradición iniciada con la III Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, iniciada en Roma a fines de septiembre de 1974, que tuvo como tema también la evangelización. En esa oportunidad sucedió que los Padres Sinodales no pudieron llegar a acuerdo sobre un documento final y decidieron entregar al papa Pablo VI los materiales de sus trabajos, para que él decidiera qué hacer con ellos. Pablo VI publicó a fines del año siguiente la admirable Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, uno de los escritos más importantes a mi juicio de su pontificado y que sigue vigente. En las Asambleas anteriores del Sínodo de los Obispos los mismos Padres habían redactado un documento de síntesis. Pero desde el Sínodo de 1974 se ha establecido la costumbre de entregar al Papa los resultados, en forma de breves "Proposiciones", que luego él incorpora en una Exhortación Apostólica sobre el tema del Sínodo.
El segundo objetivo de Evangelii Gaudium es "expresar las preocupaciones que me mueven en este momento concreto de la obra evangelizadora de la Iglesia" (EG 16). Es, podríamos decir, una especie de programa de gobierno del papa Francisco. De ahí su importancia.
En este breve artículo doy cuenta de una lectura personal intencionada de Evangelii Gaudium. "Intencionada", en el sentido que me he situado ante el texto como teólogo y he querido dejarme interpelar por él, es decir, he buscado descubrir a qué me desafía en mi tarea teológica. Debo declarar de inmediato que la finalidad de EG no es interpelar a los teólogos; de ahí que mi lectura sea "personal", en cuanto son los desafíos que a mi juicio me plantea (y nos plantea a los teólogos) esta Exhortación. Otro teólogo podrá descubrir otros desafíos o matizar de otra manera los que yo he relevado.
Pero no es que EG desconozca el papel de la teología en la tarea evangelizadora de la Iglesia, o se desentienda de él. Por el contrario, en dos números densos se refiere a ese papel con gran claridad y decisión. Vale la pena leerlos sin demasiados comentarios.
"La Iglesia, que es discípula misionera, necesita crecer en su interpretación de la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad. La tarea de los exégetas y de los teólogos ayuda a «madurar el juicio de la Iglesia». De otro modo también lo hacen las demás ciencias. (...) Además, en el seno de la Iglesia hay innumerables cuestiones acerca de las cuales se investiga y se reflexiona con amplia libertad. Las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia, ya que ayudan a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra. A quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión. Pero la realidad es que esa variedad ayuda a que se manifiesten y desarrollen mejor los diversos aspectos de la inagotable riqueza del Evangelio" (EG 40).
De este número subrayo dos cosas que me parecen de decisiva importancia. En primer lugar, que la tarea de la teología contribuye al crecimiento y maduración de la comprensión que tiene la Iglesia de la Palabra, de la verdad. En segundo lugar, que hay libertad para investigar y para hacer teología de manera no monolítica, uniforme.
El segundo número que se refiere a la teología le asigna una nueva tarea:
"Ya que no basta la preocupación del evangelizador por llegar a cada persona, y el Evangelio también se anuncia a las culturas en su conjunto, la teología —no solo la teología pastoral— en diálogo con otras ciencias y experiencias humanas, tiene gran importancia para pensar cómo hacer llegar la propuesta del Evangelio a la diversidad de contextos culturales y de destinatarios. La Iglesia, empeñada en la evangelización, aprecia y alienta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica, que promueve el diálogo con el mundo de las culturas y de las ciencias. Convoco a los teólogos a cumplir este servicio como parte de la misión salvífica de la Iglesia.
Pero es necesario que, para tal propósito, lleven en el corazón la finalidad evangelizadora de la Iglesia y también de la teología, y no se contenten con una teología de escritorio" (EG 133).